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Con nuevo nombre y álbum, The Chicks suenan fuerte otra vez

Las Dixie Chicks ya no existen. Tras retirar la palabra que las vinculaba con el sur confederado, The Chicks empieza un nuevo capítulo en su carrera con su primer lanzamiento musical en 14 años.

El trío tejano integrado por Emily Strayer, Martie Maguire y Natalie Maines pasó un año trabajando en nueva música y finalmente lanzará “Gaslighter” el 17 de julio, en momentos en que el país está envuelto en una política divisiva, una cultura de desaprobación y una reflexión sobre la injusticia racial.

“Nos pareció un buen reflejo de nuestros tiempos”, dijo Maines. “En 20 años vamos a volver a ver esa portada y título del álbum y recordaremos exactamente lo que estaba pasando en ese momento en el país”.

“Gaslighter” es una palabra usada para describir a un abusador psicológico que manipula la verdad para hacer que una persona parezca loca. En años recientes se ha usado para describir a hombres poderosos como Harvey Weinstein o Donald Trump.

“Creo que casi todos tienen un ‘gaslighter’ en sus vidas en algún lado”, dijo Strayer. “Pero sí, fue tan raro como hacía ecos de nuestro gobierno actual”.

Como el grupo femenino de mayores ventas en la historia de la RIAA (Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos), las Chicks atrajeron a una generación de fans del country que se vieron reflejados en las historias que cantaban, desde “Wide Open Spaces” hasta “Cowboy Take Me Away”. Su primer disco bajo una de las grandes compañías discográficas vendió 13 millones de copias en 1998 tan sólo en Estados Unidos.

Con Maguire en el violín y Strayer en el banjo, su base musical era el bluegrass y el country clásico, pero también se deleitaban en divertidas mezclas de country y pop como “Goodbye Earl”. Eran la sensación del country hasta que les cerraron la puerta de golpe.

En 2003, cuando el entonces presidente George Bush se preparaba para invadir Irak, el trío estaba dando un concierto en Londres cuando Maines dijo que se sentían avergonzadas de que el presidente fuera de Texas.

Su caída fue legendaria en la música country, y sirvió como una especie de advertencia para mantenerse alejados de la política, en especialmente si se tenía una postura liberal. Las abucheaban en las premiaciones, las estaciones de radio sacaron su música del aire y los fans destruyeron sus CDs. Maguire apenas se atrevió hace poco a mostrarle a sus hijas el documental de 2006 “Shut Up and Sing”, que retrata cómo la respuesta negativa las afectó tras bambalinas.

Maguire temía que su hija de 11 años fuera demasiado pequeña para ver algunas de las imágenes, que incluían amenazas de muerte.

Pero sus hijas, unas expertas en redes sociales, se sintieron confundidas por la reacción ante los mansos comentarios Maines en comparación con las críticas mordaces que se ven hoy.

“Fue gracioso escuchar a una chica de 16 y otra de 11 años decir, ‘¿Por qué? ¿Qué? ¿Ella dijo eso? ¿Y la gente se enojó tanto?”, dijo Maguire.

Las tres son madres de adolescentes en una época en que los jóvenes activistas están tomando la batuta para pronunciarse sobre el control de armas, el cambio climático y la injusticia racial. Su canción “March March”, lanzada el mismo día que anunciaron que retiraban la palabra Dixie (asociada con los estados confederados del sur) de su nombre, fue inspirada por las manifestaciones encabezadas por los estudiantes para un mayor control de armas en 2018.

En “Juliana Calm Down”, sus hijas y sobrinas son nombradas en una canción que alienta a las mujeres jóvenes a mantener la frente en alto cuando enfrenten obstáculos en la vida. Maines le habla a sus adolescentes varones en “Young Man”, una canción para padres divorciados que sienten que han decepcionado a sus hijos.

El compositor pop Justin Tranter, quien ha escrito éxitos para Justin Bieber, Selena Gomez e Imagine Dragons, ayudó a The Chicks a escribir algunas de las canciones más crudas sobre rupturas, incluyendo “Sleep at Night”.

“Algunos versos antes del coro no eran canciones”, dijo Tranter. “Natalie estaba hablando y yo literalmente escribía lo que ella decía y luego encontré la manera de ponerle melodía”.

“Gaslighter” fue grabado y coescrito por Jack Antonoff, el productor y músico galardonado con el Grammy famoso por trabajar con estrellas pop como Taylor Swift, Lana Del Rey, Lorde y Sia. Las empujó a usar sus fortalezas — sus armonías con base de violín y banjo — de nuevas maneras.

Su álbum previo, “Taking the Long Way” de 2006, recibíó cinco Grammy, incluyendo a álbum, grabación y canción del año, y también las abrió a públicos que nunca las habían escuchado. Pero es poco probable que los fans que les dieron la espalda hace 17 años cambien de parecer con el regreso de la banda.

Cuando las Chicks y Beyoncé actuaron juntas en 2016 en los Premios de la Asociación de la Música Country (CMA), una minoría muy expresiva desató su furia en redes sociales por la idea de que ambas hayan sido invitadas a presentarse.

La CMA retiró brevemente los videos promocionales en línea de la actuación. Luego dijo que los videos no estaban aprobados, así que fueron retirados antes de la transmisión de la ceremonia.

“La CMA se equivocó completamente al acobardarse por ese racismo”, dijo Maines. “Fue desagradable. Fue bueno que lo volvieron a publicar, pero nunca debieron quitarlo”.

Aunque el escándalo de las Chicks ocurrió antes de Twitter o Facebook, conocen muy bien la cultura de la “cancelación”, cuando gente famosa es atacada en internet por una multitud, para bien y para mal.

“Por un lado es liberador, la gente se expresa mucho más”, dijo Maines. “Pero lo negativo es que tienes un tropiezo, un tropiezo fuerte, y ningún publicista puede hacer desaparecer eso”.

La frase “cállate y canta” sigue siendo usada como un arma contra las mujeres, las minorías, y cualquiera que se salga de su camino musical. Pero las Chicks creen que los fans más jóvenes no se adhieren a esa idea.

“No te respetan mucho ahora si sólo vas a sonreír y entretener”, dijo Maines. “Quieren que tengas un punto de vista”.

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