Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Biología
Biología

Científicos confirman la relación entre la química cerebral y la conducta

Expandir imagen
Científicos confirman la relación entre la química cerebral y la conducta
Hormigas tejedoras australianas (Oecophylla smaragdina), cuyas colonias pueden tener más de cien nidos y más de medio millón de insectos. (CREATIVE COMMONS)

SÍDNEY, AUSTRALIA. Científicos australianos hallaron la manera de manipular la química cerebral de las hormigas para modificar su conducta de agresivas a tranquilas, o viceversa, confirmando así la relación del neurotransmisor octopamina y la agresión, informaron este miércoles fuentes académicas.

Simon Robson, de la universidad australiana James Cook, examinó junto a colegas de la Universidad de Boston, en EE.UU, la conducta de las hormigas tejedoras australianas (Oecophylla smaragdina), cuyas colonias pueden tener más de cien nidos y más de medio millón de insectos.

Las hormigas de mayor tamaño, que miden entre 8 y 10 milímetros, están encargadas de defender y expandir la colonia, así como de buscar alimentos; mientras las más pequeñas, que miden la mitad y son más plácidas, se ocupan de cuidar de las larvas.

Los científicos modificaron los niveles del neurotransmisor, la octopamina, en las hormigas grandes y pequeñas mientras mantenían otros factores constantes para demostrar la relación causal entre la química cerebral y el comportamiento, según un comunicado de la Universidad James Cook.

“Las hormigas soldados se volvieron menos agresivas y actuaron como obreras y las obreras se volvieron más agresivas y actuaron como soldados”, recalcó Robson, al añadir que en los experimentos también se diseccionaron los cerebros de estos insectos para confirmar la relación entre la octopamina y la agresión.

El científico indicó que el neurotransmisor octopamina era uno de los cinco químicos que se creían eran claves en la agresividad y la investigación realizada por su equipo así lo confirma.

“La necesidad de entender la regulación de la agresión parece aumentar y esta investigación ayuda a entender como este tipo de comportamientos evolucionan y son regulados en una variedad de sistemas biológicos”, acotó.

TEMAS -