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¡Cuando la vida se va detrás de una chancleta!

Hurgan en escombros de cañada en busca del cuerpo de niño arrastrado el domingo

La lluviosa tarde del pasado domingo 11 fue la última vez que el niño Greimy Alexander Suriel, de 9 años, compartió con sus amiguitos en la calle 30 en el barrio Los Ángeles, de Los Peralejos, en el Distrito Nacional.

Mientras jugaban frente a su casa marcada con el número 27, una corriente de agua pluvial se llevaba la chancleta de uno de sus compañeros y el menor al intentar alcanzarla fue dominado por la correntía que confluía y penetraba a presión por un hueco de más de un metro debajo de una vivienda.

Un vecino que vio la lucha del menor con la embravecida agua y que lo atascaba intentó socorrerlo, lo tomó por la cabeza, pero no lo pudo sostener por mucho tiempo y la presión terminó arrancándolo de sus manos, succionándolo prácticamente hasta arrastrarlo a la cañada llena de toneladas de escombros detrás de la vivienda.

Desde entonces los organismos de socorro del Estado, familiares y vecinos no han cesado en la búsqueda del cuerpo. Una retroexcavadora, camiones para cargar los escombros sacados de la cañada y equipos de buceo permanecen en el lugar.

Una unidad del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), de las donadas recientemente por los Estados Unidos, fue instalada en el lugar, mientras decenas de hombres y mujeres baten las contaminadas aguas en busca del cadáver.

Desde el domingo, la tristeza y pesadumbre se mezclan y crean un ambiente de expectativas en la calle 30 del barrio Los Ángeles en Los Peralejos, mientras la desesperanza parece cobrar espacio cada hora entre familiares, vecinos y las autoridades.

Los padres del menor, a los que les queda una hija de 17 años, no se dejan ver de la prensa y delegaron en el pastor Adolfo Mateo cualquier información que se requiera. Su situación de dolor y tristeza es tanta que han tenido que ser medicados debido a que a ambos les ha subido la presión arterial, informa el religioso.

Se trata de una pareja de evangélicos y, además de los vecinos, su comunidad, les ha estado acompañando en la realidad que les ha tocado vivir desde el pasado domingo, cuenta el pastor Mateo.

“Sorprende que un espacio tan corto haya tanta basura, porque de ahí se ha sacado mucha basura desde el domingo y todavía creo que hay más que la que se ha sacado, estamos en una situación incómoda porque hay mucha incertidumbre en la familia y todos nosotros”, dijo.

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Indicó que las autoridades colocaron varillas y cemento para evitar que ocurra otra tragedia similar porque donde ocurrió el hecho es el desagüe natural de la calle 30 donde se forma una especie de badén por el que confluye agua por los contenes en ambos lados hasta descargar en la cañada.

“Esto impacta a la comunidad porque esto no debió suceder, porque ese hueco debió tener una protección que solamente pase el agua por ahí y en barrios como estos donde hay niños, un hueco como ese no debe estar abierto y hasta a los adultos, porque yo cabía por ahí”, expresó.

La Policía, miembros de la Comisión Policial y Militar del Ministerio de Obras Públicas, así como decenas de voluntarios de la Defensa Civil y del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y de la Alcaldía del Distrito Nacional se mantienen en el lugar con miembros de los bomberos y otro personal. La alcaldesa Carolina Mejía también estuvo en la zona supervisando los trabajos.

Los hombres bucean en la cañada en busca de hacer contacto con el cuerpo del menor, mientras se retiran toneladas de residuos que son cargados en unos cuatro camiones volteos, pero mientras más basura sacan, más aparece, no así el cuerpo del niño.

El director del COE, Juan Manuel Méndez, junto al subdirector, Edwin Olivares Luciano, se reunieron en un centro de operaciones para continuar la estrategia de búsqueda del cuerpo tanto en el lugar donde ocurrió el incidente como cañada abajo, la cual desemboca en el río Isabela.

Méndez lamentó lo sucedido y exhortó a la población a tomar medidas para evitar este tipo de caso porque las lluvias seguirán durante la actual temporada ciclónica.

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Licenciado en Comunicación Social por la universidad O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.