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Honras fúnebres en el contexto del coronavirus

Muchas familias han optado por la cremación de sus seres queridos, pues el protocolo prohíbe los velatorios a fallecidos a causa del COVID-19

Funeraria hará memoriales luego de la epidemia, para celebrar la vida de todas aquellas personas que no se han podido despedir adecuadamente

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Honras fúnebres en el contexto del coronavirus
Virginia Arredondo, vicepresidente de Funerarias Blandino. (Fuente externa)

El protocolo para el manejo de cadáveres con coronavirus o sospechosos de tener la enfermedad establece el traslado directo del cuerpo a su destino final, que puede ser enterramiento inmediato o la cremación. Una realidad difícil para los familiares que, además de no haber podido estar presentes en los últimos momentos del fallecido, tampoco podrán despedirlo adecuadamente.

En el caso de República Dominicana, donde la mayoría de los fallecidos por coronavirus hasta la fecha residían en el Distrito Nacional, las familias se han mostrado colaborativas ante este nuevo proceder, optando, en muchos casos por la cremación, pues es una opción que les brinda la oportunidad de luego realizar, con las cenizas presentes, algún acto memorial.

Así lo afirma Virginia Arredondo, vicepresidenta ejecutiva de la Funeraria Blandino, quien explica que el protocolo actual obedece a estándares internacionales, pero también fue validado por las autoridades sanitarias dominicanas.

“La verdad es que este nuevo protocolo ha sido aceptado con colaboración por las familias, que a su vez están muy tristes porque ni siquiera pueden ir todos al sepelio, porque en algunos casos ya tienen COVID-19 confirmado, o las familias están en aislamiento, así es que estamos en momentos bien complicados para todos”, explica.

Indica que otras familias, porque ya tenían sus arreglos en cementerios, han optado por el enterramiento, respetando las reglas de que solo esté presente la familia directa, rinden las honras fúnebres respetando el distanciamiento social establecido y realizan brevemente el sepelio de los fallecidos.

Explica que antes de ser trasladado a su morada final, el cuerpo es previamente embalado en una bolsa especial hermética, para evitar cualquier tipo de contagio a los que tienen que hacer contacto con el cadáver. Para realizar esta tarea el personal funerario cuenta con una protección idéntica a la que tienen los prestadores de salud que están trabajando con pacientes de COVID-19, la cual consiste en un traje especial que cubre todo el cuerpo hasta la cabeza, mascarillas, botas, y guantes.

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Indumentaria utilizada para el manejo y traslado de cadáveres con coronavirus. (Fuente externa)

“También tenemos un protocolo, ya de uso interno, de descarte de las piezas que son desechables y de desinfección en los casos de las piezas no desechables. De la misma manera hay un tratamiento particular de desinfección que se usa con todo lo que se haya manejado con ese caso, eso incluye vehículos y cualquier cosa que intervenga en el proceso”, explicó Arredondo.

Expuso que las situaciones que exigen este protocolo son las enfermedades y los virus que tienen la capacidad de infectar aún después del fallecimiento, como son también el meningococo y el virus del ébola.

Memoriales colectivos

Virginia Arredondo, vicepresidente de Funerarias Blandino, declaró que una vez pase la epidemia de coronavirus en el país, la prestadora de servicios fúnebres hará memoriales individuales y colectivos, “para celebrar la vida de todas aquellas personas que no se han podido despedir adecuadamente debido a todo esto que de alguna manera nos ha afectado a todos”.

“Ahora mismo las familias están en cuarentena, en un periodo muy difícil, las familias no se quieren mover, algunas están en aislamiento porque están esperando determinar si están contagiados o no, o sea que cualquier familia que tenga a bien dejar las cenizas a nuestra custodia sin ningún costo adicional estamos quedándonos con ellas, hasta que alguien pueda irlas a recoger”, agregó.

En cuanto al costo del servicio de cremación, Arredondo aclaró que no varía mucho en comparación a un servicio de enterramiento, tomando en cuenta el tipo de ataúd que se elija.

Explicó que en el caso de los servicios a fallecidos por COVID-19 hay un costo agregado que tiene que ver con la funda especial donde se introduce el cuerpo, y el equipo que usan las personas que intervienen en el proceso, pero como no hay velatorio ni servicios adicionales, no representa un gasto mayor que en circunstancias normales.

En cuanto al tiempo que tarda el proceso, detalló que en estos momentos se hace con mayor rapidez, pues como las oficialías no están laborando, atendiendo a las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar el avance del coronavirus, no tienen que esperar la documentación emitida por estas instancias, sino que están trabajando con el certificado médico legal que entregan las clínicas y hospitales.

Arredondo precisó que el proceso de reducir un cuerpo humano a cenizas tarda unas tres horas, por lo que en aproximadamente 24 horas ya la funeraria está en capacidad de entregar los restos.

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Infografía
Urna utilizada para guardar cenizas, luego de una cremación. (Fuente externa)
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