Al menos 1 muerto en Birmania por disparos de las autoridades, según medios
Bangkok, 2 may. (EFE).- Al menos una persona perdió la vida y otra resultó herida en el noreste de Birmania por los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad contra una manifestación en rechazo del golpe de Estado, informan este domingo medios locales.
El fallecimiento del manifestante se da después de que el sábado de la semana pasada el jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, alcanzara un acuerdo para cesar la violencia, entre otros puntos, durante una reunión con los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que forma parte Birmania.
Las autoridades abrieron fuego hoy contra una protesta en la ciudad de Hsipaw, en el nororiental estado Shan, recoge el portal Khit Thit Media, acompañando la noticia con fotografías y vídeos del incidente.
Durante la represión de las fuerzas de seguridad, una bala impactó en la cabeza de un joven birmano, que perdió la vida, según el citado medio, que apunta que otro joven fue trasladado en ambulancia con una herida de bala.
A pesar del compromiso frente a los mandatarios regionales, Min Aung Hlaing se retractó días después y señaló que priorizará 'mantener la ley y el orden' y 'la estabilidad' antes de 'considerar' el cese de hostilidades, conforme a un discurso publicado por la prensa oficialista The Global new Light of Myanmar.
Al menos 759 personas han perdido la vida desde el sublevamiento del 1 de febrero hasta el sábado a raíz de la brutal represión de las fuerzas de seguridad contra las oposición al mando castrense, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania.
AAPP también informa que la junta militar mantiene detenidas a más de 4.500 personas, incluida la derrocada líder Aung San Suu Kyi, y ha emitido ordenes de arresto contra otras 1.300 personas por formar parte del movimiento de desobediencia civil.
La violencia e intimidación, no obstante, no ha logrado frenar las manifestaciones contra el mando castrense que continúan a diario en ciudades como Rangún, Mandalay o Meikhtila, más de tres meses después de la asonada.
El Ejército birmano justifica el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, con el aval de los observadores internacionales. EFE
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