Andy Burnham, el 'rey del norte' que ofrece alternativas al laborismo

Guillermo Ximenis

Birmingham (R.Unido), 29 sep (EFE).- Los votantes de las zonas posindustriales del norte de Inglaterra han dado la espalda en los últimos años al Laborismo para abrazar el Brexit del conservador Boris Johnson. Andy Burnham, alcalde de Manchester, parece inmune y defiende el último gran bastión del antiguo 'cinturón rojo'.

Burnham, de 51 años, se ha erigido en la conferencia anual del Partido Laborista como una figura capaz de trascender las recurrentes luchas internas entre facciones y ofrecer esperanzas alternativas de cara al futuro si el actual líder, Keir Starmer, fracasa en su intento por derrocar al Gobierno 'tory'.

Las especulaciones entre la oposición de que el Ejecutivo conservador contempla convocar unos comicios anticipados en un año y medio, en lugar de esperar hasta 2024, han incrementado la urgencia de que Starmer mejore sus resultados en las encuestas, pero también de identificar a otros posibles candidatos.

Apodado 'rey del norte' por la prensa británica, el alcalde de Manchester formó parte del Gobierno del ex primer ministro Tony Blair entre 2005 y 2007, y del equipo directivo del anterior líder laborista, Jeremy Corbyn, entre 2015 y 2016.

Su capacidad para amoldarse tanto al ala más izquierdista como a la más centrada en un partido que vive en permanente guerra interna le coloca en una posición privilegiada para defender la unidad frente a los conservadores.

Consciente de su singularidad, Burnham ha subrayado en sus últimas campañas su propia marca, alejándose de los tradicionales carteles con la rosa roja laborista.

Su mensaje se centra en reclamar fondos y atención para el norte de Inglaterra, y en cargar contra el 'establishment' que gobierna desde Westminster, aunque él mismo formaba parte de la burbuja política de Londres hasta que en 2017 se presentó a la alcaldía de Manchester.

Con esas credenciales, fue reelegido el pasado mayo con una abrumadora mayoría del 67,3 % de los votos al frente del consistorio, mientras que su rival conservadora, Laura Evans, no reunió más que el 19,6 % de las papeletas.

Su aplastante resultado contrasta con la debacle que sufrió el Partido Laborista en las últimas elecciones generales, un año y medio antes, cuando registró la peor derrota en cerca de un siglo -los 'tories' obtuvieron una mayoría absoluta de 80 escaños-.

En el congreso laborista que concluye este miércoles en Brighton, Burnham ha vuelto a criticar la concentración de recursos en la capital del Reino Unido y ha tachado de 'escandalosas' las diferencias en los servicios públicos de Londres y otras ciudades como Manchester.

Un billete sencillo de autobús cuesta 1,55 libras en Londres (1,80 euros) y puede alcanzar 4 libras en Manchester (4,6 euros), ha lamentado Burnham, que la próxima semana, cuando el Partido Conservador celebre su congreso anual en su ciudad, hará pública una propuesta para que la red de transporte 'vuelva a estar bajo control público'.

Espera reeditar así el duelo con Johnson que protagonizó en mitad de la pandemia, cuando se negó a aceptar las restricciones que quería imponer el Gobierno central si no aumentaban al mismo tiempo las partidas de ayuda destinadas a su región.

Burnham apareció en aquella ocasión ante las cámaras vestido con una cazadora, sin corbata y en actitud retadora.

'Nos están pidiendo que pongamos en juego los puestos de trabajo de nuestros residentes, sus hogares y un gran pedazo de nuestra economía, para seguir una estrategia que sus propios expertos creen que podría no funcionar', esgrimió.

Esa y otras acciones, junto con sus brillantes resultados electorales, han convertido a Burnham en uno de los referentes de las bases laboristas y en una de las figuras que más ha brillado en el congreso anual del partido. EFE

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