Arabia Saudí y Líbano se enzarzan por acusaciones de apoyar al EI
Riad/Beirut, 18 may (EFE).- Arabia Saudí y el Líbano se enzarzaron hoy después de que el ministro de Exteriores interino libanés, Charbel Wahbe, dijera en una entrevista el lunes que algunos países, sin mencionarlos, 'financiaron' a la organización yihadista Estado Islámico (EI), algo por lo que Riad se dio por aludido.
En un comunicado, Exteriores saudí manifestó su 'enérgica condena' a las palabras de Wahbe y las calificó de 'insultos al reino y a su pueblo', por lo que anunció que convocó al embajador libanés en Riad, Fawzi Kabbara, para entregarle un memorando de protesta, según la agencia oficial saudí SPA.
En la nota, Riad advirtió de posibles repercusiones por las 'vergonzosas' palabras del ministro libanés sobre las relaciones entre Beirut y Riad, y apuntó que sus declaraciones 'contradicen las normas diplomáticas más simples y las relaciones históricas entre los dos pueblos hermanos'.
Esto se produce después de que el jefe de la diplomacia libanesa insinuara en una entrevista con el canal Al Hurra que 'esos países de amor, amistad y fraternidad trajeron al Estado Islámico y lo plantaron para nosotros en las llanuras de Nínive, Anbar (en Irak) y Palmira (Siria), y lo financiaron', sin mencionar a dichos estados.
Asimismo, Wahbe protagonizó al término de la entrevista un encontronazo con un invitado saudí al que calificó de 'beduino' en un tono despectivo.
Wahbe se retractó hoy de sus palabras en un comunicado, en el que pidió disculpas por 'sus expresiones inapropiadas' y manifestó que no tenía la intención de ofender a 'ninguno de los países árabes hermanos'.
Estas declaraciones desataron una oleada de reacciones y justificaciones por parte del presidente libanés, Michel Aoun, que hoy dijo que las palabras del ministro de Exteriores 'manifiestan su opinión personal y no refleja la postura del Líbano', según un comunicado de su oficina.
De acuerdo con la nota, Aoun afirmó su rechazo a 'todo aquello que dañe a los países hermanos y amigos en general y al reino de Arabia Saudí, así como a los países del golfo Pérsico'.
Más duro fue el primer ministro designado libanés, Saad Hariri, que acusó al ministro de 'sabotear las relaciones libanesas y árabes, como si las crisis en las que se ahoga el país y el boicot que sufre no fueran suficientes', según otro comunicado.
Para Hariri, el discurso del ministro 'no tiene relación con la labor diplomática de ninguna manera y constituye una serie de manipulaciones e imprudencias en la política exterior (...) que provocó las nefastas consecuencias para el Líbano y para los intereses de su gente en los países árabes'.
Las relaciones entre el Beirut y Riad se ha ido tensando desde que en 2018 el entonces primer ministro Saad Hariri dimitiese de forma repentina y sorpresiva desde Arabia Saudí, país que fue acusado de forzarle a dar ese paso y de mantenerle retenido en el reino en contra de su voluntad.
Asimismo, el pasado abril Arabia Saudí suspendió la importación de frutas y verduras desde el Líbano después de frustrar un intento de infiltración de cinco millones de pastillas de captagon, un estimulante sintético que mezcla anfetamina y cafeína, y de acusar a las autoridades libanesas de no tomar precauciones contra el tráfico. EFE
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