Brasil revoca normas de protección medioambiental sobre manglares y dunas
Brasilia, 28 sep (EFE).- El Consejo Nacional de Medio Ambiente de Brasil, que depende del ministro de esa área, Ricardo Salles, revocó este lunes unas normativas sobre medidas de protección en las zonas de manglares y dunas en el litoral del país.
Salles, cuya gestión es objeto de duras críticas de organismos de defensa del medio ambiente, promovió la revocación de esas normas en su condición de presidente de ese consejo, formado también por otros miembros del Gobierno, representantes de gobernaciones, alcaldías y empresarios.
La decisión acaba, sin proponer medidas alternativas, con normas que delimitaban las áreas de protección ambiental, en las que no se permite ninguna actividad económica o la construcción, en zonas de dunas y manglares de reconocido valor ecológico.
También fue anulada una normativa que impedía la incineración de residuos de agrotóxicos en hornos de cemento, práctica que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede acarrear efectos nocivos para la calidad del aire.
Esas decisiones se suman a otras ya promovidas por el Ministerio de Medio Ambiente desde enero de 2019, cuando asumió el poder el ultraderechista Jair Bolsonaro y designó para esa cartera a Salles, un antiguo adversario de las organizaciones ecologistas.
Esos grupos acusan a Bolsonaro y Salles de 'desmontar' en forma gradual la rígida normativa de protección medioambiental que el país creó en los últimos veinte años, a fin de abrir la puerta a la actividad económica en zonas hasta ahora protegidas.
Entre esas regiones, figuran la Amazonía y el Pantanal, el mayor humedal del mundo, compartido por Brasil, Bolivia y Paraguay, que han sido pasto de vastos de incendios en los últimos dos años.
La magnitud de las llamas en la Amazonía disparó las alarmas en muchos países y organismos ambientalistas en 2019 y este año ocurrió lo mismo con el Pantanal, donde las llamas se han expandido con más fuerza que en las últimas dos décadas y causado una mortandad de animales aún no totalmente calculada.
Bolsonaro, que ha insistido en minimizar los incendios, sostiene que esas zonas protegidas no pueden estar al margen del desarrollo económico y ha prometido promover la agricultura, la minería y otras actividades productivas en la Amazonía.
La semana pasada, defendió esas políticas en el discurso conque inauguró los debates de la Asamblea General de la ONU, ante la cual afirmó que Brasil sufre 'una brutal campaña de desinformación' con relación a esos biomas.
También insistió en que los incendios en la Amazonía son muchas veces provocados por indios y pequeños campesinos, que desde hace siglos utilizan el fuego para preparar las áreas de siembra.
A la preocupación de los organismos de defensa del medioambiente se ha sumado en las últimas semanas la manifestada por unos cuarenta fondos de inversión e importantes empresas globales, que amenazan con revisar sus posiciones en Brasil si el Gobierno no garantiza la debida protección de la Amazonía y otros biomas. EFE