Casi la mitad de la población de la RCA sufre inseguridad alimentaria aguda
Bangui, 19 may (EFE).- Cerca de la mitad de la población de República Centroafricana (RCA), el 47 %, sufre inseguridad alimentaria aguda como consecuencia del conflicto que sacude al país y de la pandemia de la covid-19, informó hoy la ONU.
'El pueblo de la República Centroafricana ha estado soportando el peso del conflicto durante una década y la inseguridad alimentaria ha ido en aumento durante los últimos años, pero nunca antes la perspectiva había sido tan nefasta', advirtió este miércoles en un comunicado Perpetua Katepa-Kalala, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país.
Según esta agencia, más de 2,2 millones de personas, la mayoría residentes de las zonas rurales, se están enfrentando entre abril y agosto a 'niveles severos de inseguridad alimentaria aguda', estado equivalente al tercer nivel o más de la escala internacional IPC, que mide la inseguridad alimentaria en cinco fases.
Asimismo, más de 630.000 habitantes del país se encuentran ya en una situación de 'emergencia' -que corresponde al cuarto nivel del IPC- lo que significa que quizás tengan que vender su último animal de ganado, retirar a sus hijos de la escuela o recurrir a la mendicidad para sobrevivir.
'Necesitamos romper el círculo vicioso del conflicto y el hambre en la RCA. Nunca antes habíamos visto tanta gente al límite de la supervivencia, más de medio millón de personas están a un paso de la hambruna', apuntó Aline Rumonge, directora adjunta para el país del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.
La RCA vive un escenario de violencia sistémica desde finales de 2012, cuando una coalición de grupos rebeldes procedente del noreste de mayoría musulmana -los Séléka- tomó Bangui y derrocó al presidente François Bozizé tras diez años de Gobierno (2003-2013), dando inicio a una cruenta guerra civil.
Como resistencia contra los ataques de los Séléka se formaron entonces milicias cristianas anti-Balaka que, como el primer grupo, terminaron fragmentadas en una miríada de facciones armadas.
A día de hoy, y pese a la firma de un histórico acuerdo de paz en febrero de 2019, todavía dos tercios del país -rico en diamantes, uranio y oro- están controlados por milicias y la violencia ha provocado ya la muerte de miles de personas y el desplazamiento de más de un millón.
Desde los comicios presidenciales del 27 de diciembre -que ganó Faustin Archange Touadéra con un 53,92 %- los seis grupos armados integrados en la entidad Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), formada poco antes de las elecciones, se han dedicado a atacar diferentes zonas del país.
El 13 de enero, estas milicias que, según Touadéra y la propia ONU, cuentan con el apoyo político del expresidente François Bozizé -algo que este niega-, trataron una vez más de tomar la capital en un ataque repelido por el Ejército, tropas rusas y ruandesas y la propia MINUSCA, en el que murió un casco azul.
A la violencia, que se tradujo en el bloqueo de la principal vía de suministros desde Camerún durante varios meses a finales de 2020, se ha sumado la covid-19, que ha provocado la subida del precio de los alimentos y limitado el tráfico de bienes y de personas.EFE

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