Denuncian la mortalidad infantil causada por la acería italiana de Taranto
Roma, 5 may (EFE).- La asociación de Padres Tarantinos, que reclama el cierre de la fábrica de acero de Taranto (sur de Italia) por su contaminación, manifestó este miércoles que 'todo el acero del mundo no vale la vida de un solo niño' ante las elevadas cifras de mortalidad infantil que vive esta población por su toxicidad industrial.
'El acero de Taranto es estratégico para los industriales del norte, no para Italia. Nos condenan a enfermar, morir y ver morir a nuestros hijos', dijo Massimo Castellana, activista de la asociación, en un encuentro virtual con la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia.
La contaminación de la industria siderúrgica de Taranto causa 'una mortalidad infantil un 21 % superior a la media regional según datos del Ministerio de Salud', dijo Castellana.
Explicó que unos '15.000 habitantes de la ciudad (con una población de 200.000) están afectados por algún tumor' , con 'una incidencia un 54 % mayor de tumores en menores de 14 años y un exceso de mortalidad del 20 % en el primer año de vida'.
Taranto vive una 'situación insoportable en un estado democrático', según el activista, que criticó que se justifique la planta por el trabajo que genera porque hiere 'la libertad, la seguridad y la dignidad'.
'Pierden la vida niños que no saben qué es la palabra 'trabajo'', explicó Castellana.
El Consejo de Estado italiano, órgano que controla la corrección de las decisiones administrativas, decidirá el próximo 13 de mayo sobre el recurso presentado por ArcelorMittal, gestora de la planta, contra la decisión del Tribunal Administrativo de Lecce (sur) de cerrar parte de las instalaciones.
Por esa razón, Padres Tarantinos y otras organizaciones se concentrarán en Roma el 12 y 13 de mayo para reclamar el cierre 'inmediato' y 'para siempre' de la fábrica de acero y el 'derecho a la salud de los tarantinos'.
Castellana lamentó el agravio comparativo de su ciudad con otras como Génova o Trieste, donde este tipo de instalaciones ya han sido clausuradas.
Y acusó al Gobierno italiano de 'plegarse a los intereses de los industriales del norte', que quieren mantener abierta la fábrica para disponer de acero 'a bajo coste de transporte' en comparación con el acero que proviene de países como China.
Castellana recordó que, de acuerdo con la Constitución italiana, 'la salud es un derecho fundamental del individuo, pero la producción no lo es' y puso de relieve que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos 'condenó en 2019 al Estado italiano por no tutelar la salud, una situación que todavía hoy' sufren los ciudadanos de Taranto. EFE
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