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Dos presos políticos mueren en las saturadas cárceles filipinas en tres días

Bangkok, 11 may (EFE).- En el sistema penitenciario más saturado del mundo y cerrado a cal y canto por la pandemia de la covid-19, dos presos políticos han fallecido en Filipinas en los últimos tres días, lo que ha elevado los reclamos de liberaciones humanitarias por parte de los familiares de prisioneros de conciencia.

El líder campesino Joseph Canlas, de 59 años, falleció a causa de la covid-19 la mañana del martes en el hospital regional Lingad Memorial de San Fernando de Pampanga, en el centro de la isla de Luzón, tras ser trasladado de urgencia por dolencias respiratorias.

Las autoridades penitenciarias se negaron a hacerle la prueba de la covid-19 en prisión, diagnóstico que se confirmó una vez en el hospital cuando ya era demasiado tarde, lamenta Kapatid, asociación que representa a los familiares y amigos de los presos políticos en Filipinas.

Según Kapatid, Canlas fue arrestado por 'el régimen de Duterte' el pasado 30 de marzo con 'acusaciones inventadas' y pasó a engrosar la lista de más de 600 presos políticos en Filipinas, la mayoría líderes sociales y campesinos, activistas o militantes de izquierda, más de la mitad encarcelados en los casi cinco años de mandato del presidente Rodrigo Duterte.

Kapatid también lamentó en un comunicado la muerte de Máximo Redota, otro preso político que cumplía condena en la cárcel de Gumaca de la provincia de Quezon y que murió de un derrame cerebral el pasado 9 de mayo, 'sin haber recibido la atención médica pertinente'.

'Sus muertes elevan a cuatro el número de prisioneros políticos -y a un número desconocido mayor de presos- que han sucumbido a la pandemia por la inacción del gobierno y las pésimas condiciones carcelarias, a pesar de nuestra petición urgente el año pasado para descongestionar las cárceles y liberar a los detenidos de edad avanzada y en riesgo médico por motivos humanitarios', señaló la portavoz de Kapatid, Fides Lim.

Con una población carcelaria que ronda los 220.000 presos, Filipinas tiene el sistema penitenciario más congestionado del mundo, que excede en un 500 % su capacidad, por lo que organizaciones dentro y fuera del país pidieron reiteradamente al Gobierno desde el inicio de la pandemia que se excarcele a presos condenados por delitos menores, así como a ancianos y enfermos.

El Gobierno filipino autorizó en mayo de 2020 la liberación de unos 10.000 reclusos por razones humanitarias, pero la medida solo afectó a aquellos a los que les quedaban menos de 6 meses de condena, sin que ningún prisionero político resultara beneficiado por ello.

'Responsabilizamos a la cárcel y a las autoridades penitenciarias de la trágica muerte de mi cliente y emprenderemos acciones legales. No se tomaron las medidas necesarias para evitar su muerte. No había una política clara sobre los protocolos de salud y los reclusos nunca fueron examinados de la covid-19 pese a que un centenar de detenidos compartía la misma instalación de cuarentena en la cárcel de Ángeles', indicó Luchi Pérez, abogado de Canlas. EFE

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