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El Hirak recupera el pulso a una semana de que se cumpla un año de protestas

Nacera Ouabou

Argel, 14 feb (EFE).- Miles de argelinos inundaron hoy las calles del país en vísperas del primer aniversario de las protestas contra el régimen, que el próximo viernes cumplirán un año de movilización y no parecen dar síntomas de agotamiento.

Al igual que aquel 22 de febrero de 2019, una multitud de jóvenes, familias y personas de todas las edades marcharon por centro de Argel y otras ciudades del país al grito ya tradicional de 'queremos un estado civil y no uno militar'.

Una marea de hombres, mujeres y niños, envueltos en banderas del país, camisetas de la selección de fútbol y bufandas reivindicativas de todo tipo que aprovecharon el calor y el sol en la capital argelina para exigir libertad y derechos en un ambiente festivo.

La marcha, fuertemente vigilada por la Policía, alcanzó su punto culminante en la avenida Hasiba Benbuali, punto de encuentro de las dos columnas procedentes de los barrios populares de Belcourt o Hussein Dey, en el este, y Bab el Oued y la Kasbah, en el oeste.

Al llegar a la plaza de la Grande Poste, centro neurálgico de la ciudad y símbolo de las protestas hasta que en mayo pasado fuera cerrada por el régimen con unos fingidos paneles de obra, los manifestantes alzaron aún más su voz para reclamar 'el fin del régimen corrupto' y 'justicia para la banda de ladrones'.

PRESOS POLÍTICOS Y DESAPARECIDOS

Grupos de familias de desaparecidos durante la guerra civil (1992-2002) -que dejó más de 300.000 muertos- exigían, por su parte, conocer el destinos de sus allegados mientras que activistas de la sociedad civil demandaban la libertad de las decenas de ciudadanos, periodistas y defensores de los derechos humanos que han sido detenidos en las 52 semanas que dura la protesta.

'Son muchos los que creyeron que (el movimiento ciudadano de protesta) Hirak desaparecía con las elecciones' presidenciales celebradas el pasado 12 de diciembre, explicó a Efe Faruok, un hombre de 43 años procedente del barrio de Belcourt.

'Pero el Hirak está arraigado en nuestro del pueblo y no va parar ni en un año. Saldremos y lo haremos siempre', afirmó bajo la atenta mirada de decenas de decenas de unidades antidisturbios, agentes de la Gendarmería y policía de inteligencia mezclados entre los manifestantes.

Un despliegue que se repetía a lo largo del recorrido y que era especialmente intenso en zona tradicionales de concentración como la entrada a la Grande Post, la plaza de emir Abdel Kader o la Plaza de Audin, próxima a la sede de la facultad central de Argel.

Ya en corazón capitalino, varios grupos exigieron la libertad de los presos políticos, y en particular de Karim Tabbou, uno de las figuras más destacadas del Hirak y cuyo retrato presidió parte de la marcha.

UN AÑO ININTERRUMPIDO DE PROTESTAS

El Hirak nació el 22 de febrero de 2019 con un pequeña marcha juvenil por el centro de la capital que sorprendió a la ciudadanía no solo por la osadía de los jóvenes si no por la permisividad de la policía en u país donde hasta entonces cualquier reunión ciudadana en la calle era reprimida de forma rápida y violenta.

Ese día, sin embargo, los congregados pudieron protestar sin cortapisas contra la decisión de que el entonces presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, de presentarse a un quinto mandato consecutivo pese a estar prácticamente incapacitado desde que en abril de 2013 sufrió un ictus.

El círculo próximo al mandatario anuncio su dimisión un mes y medio después forzado por las protestas masivas en todo el país pero también por la presión del entonces jefe del Ejército y viceministro de Defensa, general Ahmed Gaïd Salah.

Retirado Buteflika, en el poder desde 1999, el general puso en marcha una pretendida 'campaña de manos limpias' que ha llevado a la cárcel a decenas de políticos, empresarios, militares y periodistas considerados próximos al 'clan Buteflika'.

Entre ellos su hermano Said, considerado el verdadero muñidor en la sombra, y el general Mohamad Mediène 'Tawfik', jefe de los poderosos servicios secretos durante 25 años y el hombre que se perfilaba como el sucesor.

Ambos fueron condenado en otoño a diez años de cárcel por conspiración, al igual que los exprimeros ministros Ahmed Ouyahia y Abdelamalek Sellal, acusados de corrupción.

En diciembre, tras meses estirando la Constitución, se celebraron elecciones presidenciales que ganó con la mayor abstención de la historia argelina el también exjefe del Gobierno Abdelmejid Tebboun, un hombre del aparato alineado con la facción del Ejército contraria al clan Buteflika. EFE

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