Investigan si 300 visitantes estuvieron de fiesta en una cárcel de Guatemala
Guatemala, 24 sep (EFE).- Las autoridades guatemaltecas admitieron este martes que están investigando si unas 300 personas pudieron pasar la noche en un complejo carcelario de la capital participando en una supuesta fiesta con los reclusos.
Unos videos que empezaron a circular en las redes sociales el lunes por la noche mostraban cómo desde las rejas del centro Preventivo para Hombres de la zona 18 de la capital se escuchaba un ruido que parecía ser una fiesta.
Y este martes, desde primera hora, centenares de mujeres con hijos abandonaron el penal, antes incluso de que se abrieran las visitas de este día, ocultando su rostro y sin responder a las preguntas de los medios de comunicación.
Un portavoz del Sistema Penitenciario confirmó a los medios que unas 200 mujeres y unos 90 niños pasaron la noche en este centro carcelario pero todavía no se sabe lo que ocurrió en el interior, aunque prometió que investigarán los hechos y que analizarán interponer las respectivas denuncias.
Por su parte, la Procuraduría de los Derechos Humanos aseguró que la Defensoría de Personas Privadas de Libertad da seguimiento a las acciones implementadas por las autoridades en esta cárcel porque en el sector 11, donde hay recluidos pandilleros, pasaron la noche unas 200 mujeres y 90 niños.
Por ello, abrieron un expediente para esclarecer lo sucedido en este penal, en el que según las autoridades los visitantes se retiraron 'de forma voluntaria' este martes a las 7.00 de la mañana (13.00 GMT).
Una de las hipótesis que estudian las autoridades es si los visitantes, que pesaron la noche en la víspera de la Celebración del Día del Reo, que supuestamente se conmemora este martes, se negaron a salir exigiendo más tiempo de visita, aunque la música se escucha en las grabaciones.
La Policía Nacional Civil de Guatemala tiene a su cargo 14 cárceles públicas en todo el país con casi 2.000 reclusos, mientras que el Sistema Penitenciario tiene 22 con más de 25.300 internos, aunque su capacidad es para poco más de 6.000.
Las autoridades han reconocido en diversas ocasiones que no tienen el control de los centros de privación de libertad y es habitual que en las requisas se localicen ilícitos, como droga, armas o teléfonos móviles. EFE
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