Italia reivindica el Orgullo sin grandes aglomeraciones para exigir avances
Roma, 28 jun (EFE).- Italia ha reivindicado este año el Orgullo Gay en sus ciudades con varios encuentros virtuales y físicos, aunque sin aglomeraciones por la pandemia de coronavirus, y ha reclamado avances como una ley contra la homofobia que pronto llegará al Parlamento.
Este año los organizadores han tenido que renunciar a las grandes manifestaciones en las calles del país debido al coronavirus, que ha infectado a más de 240.000 personas y causado la muerte a 34.700.
Sin embargo este fin de semana se han celebrado algunos actos en varias ciudades, como Bolonia (norte), Nápoles o Palermo (sur), entre otras, y siempre procurando respetar las medidas de distanciamiento para evitar los contagios.
El alcalde de Milán (norte), Beppe Sala, iluminó el ayuntamiento anoche con la bandera arcoiris y aseguró que la suya es una ciudad 'de inclusión, derechos y humanidad'.
Italia además se ha sumado a la iniciativa 'Global Pride 2020' por internet con el cantante Tiziano Ferro, declarado homosexual, y la activista transexual Vladimir Luxuria como embajadores.
Una de las apuestas para este evento mundial fue un coro desde la monumental plaza de la Signoria de Florencia (norte), en el que varias personas, separadas entre sí, entonaron 'cánticos por la igualdad', como el tema 'Born this way' de Lady Gaga.
Así, El colectivo LGBTI reclama avances en un país, Italia, que solo permite desde el 2016 las uniones civiles entre homosexuales, aunque ni hablar de las adopciones ni de la palabra 'matrimonio'.
Una de sus principales exigencias es una ley efectiva contra la homofobia. Y así se ha reclamado en muchos de los eventos del país, como el de la tarde de ayer sábado en la plaza del Plebiscito de Nápoles (sur), con la presencia del alcalde Luigi De Magistris.
Esta semana se prevé que la Cámara de los Diputados empiece a estudiar un proyecto de ley contra la homofobia, impulsado por el parlamentario Alessandro Zan, del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), una de las fuerzas del Gobierno de coalición.
El objetivo es reforzar la actual 'Ley Mancino' de 1993, que castiga los delitos de odio por razones de raza, étnicas, religiosas o vinculados a la nacionalidad.
La propuesta de Zan propone incluir entre esos supuestos de hecho la 'discriminación basada en la orientación sexual, identidad de género' o la misoginia, que serán penados con hasta cuatro años de cárcel.
Esto se ha topado con el rechazo de la Conferencia Episcopal Italiana, que 'una nueva ley no es necesario' y apuestan por 'promover el compromiso educativo para una serie prevención' de los casos de discriminación y homofobia.
Desde la organización Arcigay lamentan que Italia es el único país de Europa occidental sin una legislación contra estos fenómenos y exigen la aprobación de una proyecto de ley 'eficaz' que ayude a 'las muchísimas personas que han sufrido y sufren violencia'. EFE