La Cachemira india ve esperanzada el compromiso de cese al fuego con Pakistán
Shah Abbas
Srinagar (India) 26 de feb (EFE).- Las familias que viven cerca de la frontera de facto que separa la disputada región de Cachemira entre la India y Pakistán, ven con esperanza el reciente anuncio de ambos países de que respetarán el alto el fuego acordado en 2003.
Nueva Delhi e Islamabad acordaron ayer cumplir estrictamente su compromiso de alto el fuego en la Línea de Control (LoC), en un intento por rebajar a cero los enfrentamientos que, aunque de baja intensidad, ocurren casi a diario con decenas de víctimas al año.
Para algunos, este acuerdo llega sin embargo demasiado tarde.
Farooqa, madre de cinco hijos, murió el pasado noviembre después de que su vivienda fuera alcanzada por un mortero, durante un intercambio de disparos entre las tropas de ambos países en la localidad de Balkote Uri, en el norte de la Cachemira india.
Una de sus hijas, Shaista, de 13 años, reconoce a Efe que el acuerdo militar entre la India y Pakistán le 'produce alegría y tristeza al mismo tiempo'.
'Feliz, porque ojalá niños como nosotros no tengan que perder a sus padres, y triste porque me hubiera gustado que esto hubiera pasado hace tres meses, así nuestro mundo sería muy diferente', lamenta.
MUERTOS Y HERIDOS
De acuerdo con Pakistán, en 2020 la India cometió 3.182 violaciones del alto el fuego, en las que murieron 28 personas y 257 resultaron heridas. La India, por su parte, sitúa los civiles muertos en los ataques paquistaníes en 22, y en 71 los heridos.
Estos enfrentamientos dejan además graves daños en las viviendas, el ganado y los cultivos a ambos lados de la LoC.
Syeed Habib, miembro electo del Parlamento local del fronterizo distrito de Poonch, no puede estar más feliz, y compara el acuerdo con la importante festividad musulmana de Eid.
'Solo nosotros conocemos el significado de este acuerdo porque solo nosotros vivimos bajo una amenaza constante', dice a Efe.
El cumplimiento en espíritu y letra del cese al fuego que ambas naciones firmaron en 2003 significa, para el activista Irshad Khwaja, que no habrá más pérdidas de vidas ni propiedades.
'También significa que los dos ejércitos no continuarán con el ojo por ojo y las posibilidades de una guerra en toda regla se minimizarán', explica a Efe un Khwaja entusiasmado, al tiempo que espera que esta vez 'el sentido prevalezca en ambos lados'.
Aunque Naciones Unidas designó en 1949 a un grupo de observadores para vigilar que se respeta la paz en la zona, estos han permanecido como meros espectadores de los continuos intercambios de disparos.
El lado indio de Cachemira, la única zona de mayoría musulmana en el país, ha visto además cómo se han ido intensificando las actividades de grupos separatistas que, de acuerdo con Nueva Delhi, son promovidos por Pakistán, que reclama el control de la región.
Para algunos analistas, si las acusaciones sobre Pakistán son ciertas, la infiltración de insurgentes en la frontera o el traslado de armamento se puede detener tras el nuevo acuerdo, lo que permitiría un cambio positivo para Cachemira.
TODOS CONTENTOS
Por una vez, parece que todos están de acuerdo en celebrar el compromiso del alto el fuego en la frontera.
'Es un paso en la dirección correcta, que brindará un gran alivio a las personas que viven bajo constante amenaza en la LoC y pondrá fin al derramamiento de sangre', expresó en un comunicado la alianza de formaciones separatistas Conferencia Hurriyat.
También la exjefa de Gobierno regional Mehbooba Mufti dio la bienvenida en Twitter al nuevo compromiso entre la India y Pakistán.
'El diálogo es el único camino a seguir si ambos países quieren detener el ciclo interminable de violencia y derramamiento de sangre a través de las frontera', subrayó.
El control de Cachemira ha sido el centro de las disputas entre la India y Pakistán desde su independencia en 1947 del Imperio Británico, un conflicto por el que han librado dos guerras y varios enfrentamientos menores. EFE