La construcción de la nueva capital de Indonesia se retrasa por la COVID-19
Yakarta, 27 abr (EFE).- La construcción de la nueva capital de Indonesia, que sustituirá a la superpoblada y contaminada Yakarta, se retrasará por la COVID-19, después de que el Gobierno haya decidido utilizar una gran parte de ese presupuesto a la lucha contra la pandemia.
La nueva capital, situada en la isla de Borneo y diseñada como una ciudad verde en la que sólo circularán vehículos eléctricos, tenía previsto empezar a construirse a finales de año y ser una realidad en 2025.
El presupuesto de la nueva urbe, que todavía no tiene nombre, asciende a unos 30.500 millones de euros (o 34.000 millones de dólares) y aunque todavía no ha sido aprobado por el Parlamento, el Gobierno había destinado fondos a la adquisición de los terrenos.
El impacto de la COVID-19 en el país está haciendo que los planes para la futura capital empiecen alterase.
El coronavirus ha hecho que se reduzca el presupuesto para este año del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda Pública, encargado de llevar a cabo el proyecto de la nueva urbe, que ha pasado de 7.000 millones de euros (o 7.700 millones de dólares) a 4.500 millones de euros (4.800 millones de dólares).
Además, el Ministerio anunció el pasado sábado que parte de ese presupuesto se destinará a infraestructuras dedicadas a combatir la pandemia, como por ejemplo algo más de 108 millones de euros (o 118 millones de dólares) para la construcción de un hospital en la localidad de Yogyakarta.
Ubicada en el municipio de Kutai Kartanegara, una zona sin desarrollar, estaba previsto que la nueva ciudad comenzara a ser construida a finales de este año para trasladar cinco años después la capitalidad del archipiélago desde Yakarta.
El área metropolitana de la actual capital tiene más 30 millones de habitantes y problemas como la masificación y la contaminación se suma el hecho de que se está hundiendo lentamente.
Indonesia es el país del Sudeste Asiático con mayor número de muertos como consecuencia de la COVID-19, que ha sido detectada en un total de 8.882 personas, de los cuales han fallecido 743, aunque el número de tests realizados, en torno a 60.000 para una población de 260 millones de habitantes, es sumamente pequeño frente a países vecinos como Malasia o Singapur. EFE