La 'fallida' ley de drogas británica, a debate tras medio siglo de aplicarse
Raúl Bobé
Londres, 27 may (EFE).- Reino Unido debate la reforma de su ley de uso indebido de drogas de 1971, cuando se cumplen cincuenta años de su aplicación, gracias a una campaña apoyada por decenas de parlamentarios y numerosas asociaciones que consideran que la norma vigente ha fallado desde su creación.
La sociedad británica de la década de los 70 es muy distinta a la de 2021. Hace medio siglo se utilizaban métodos de comunicación y transporte que hoy en día nos parecen arcaicos, pero, en cambio, se siguen manteniendo las mismas leyes de antaño, a pesar de que no cumplen con su cometido, critican los activistas que presionan para cambiar la ley.
El principal objetivo del texto era proteger a la gente, reducir el uso de drogas y su mercado, así como reducir los daños humanos producidos por esas sustancias. Pero, según indica a Efe Steve Rolles, analista político de la fundación Transform Drug Policy, 'ninguna de estas cosas ha sucedido'.
Al contrario, los datos han empeorado desde que está en vigor. El Reino Unido sigue siendo el país con mayor porcentaje de uso de cocaína en Europa, y solo en Inglaterra y Gales hay 75 veces más muertes relacionadas con la droga que hace medio siglo, mientras que el uso de la heroína ha aumentado un 2.500 %.
Por este motivo, Transform ha lanzado la campaña '50 Years of Failure' ('50 años de fracaso'), en colaboración con otras asociaciones como Release UK y Anyone´s Child, y con el apoyo de más de 37 parlamentarios británicos, que presentaron una moción para revisar la ley.
Un ejemplo es Dan Poulter, diputado del Partido Conservador, que dijo en un comunicado que la política de drogas no debe verse 'a través del prisma de la justicia criminal, sino como un asunto de salud pública, que asegure que los drogodependientes tengan mejor acceso a la ayuda que necesitan'.
La directora de la asociación Release UK, Niamh Eastwood, explica a Efe que uno de los mayores objetivos de la campaña es conseguir la 'revisión de la ley', así como la 'despenalización de tenencia de drogas como delito criminal', siguiendo la estela de otros países europeos como España y Portugal.
Además, Eastwood subraya que las autoridades británicas utilizan las leyes de drogas como una excusa fácil que les permite 'controlar' y 'acosar' a ciertos colectivos y minorías raciales.
La droga sigue relacionada con la violencia y el crimen organizado, por lo que Rolles tiene clara la disyuntiva: 'Hay que elegir entre un mercado de drogas controlado de forma responsable por una agencia gubernamental o bien un mercado ilegal controlado por las mafias'.
El analista admite que las drogas 'no son seguras, ni buenas', pero es un hecho que están presentes en la sociedad, por lo que la sociedad debe afrontar esa realidad de la mejor forma, que, a su juicio, es legalizarlas.
De esta forma, al igual que con el tabaco, el alcohol, u otros medicamentos, la administración pública regularía el mercado de las drogas.
También se controlaría la 'pureza', la 'dosis', y se informaría al consumidor de los 'riesgos y las consecuencias', algo que no sucede al obtener las sustancias de forma ilegal.
El cannabis sería 'inevitablemente' la primera droga en legalizarse, ya que cuenta con 'gran apoyo popular' entre los británicos, que han quintuplicado su uso en los últimos cincuenta años. Además, Rolles destaca la 'tendencia creciente' entre países que han decidido legalizar su uso recreativo.
Reino Unido gasta anualmente 1,6 mil millones de libras (1,86 mil millones de euros) en control de drogas. Las asociaciones creen que la ley de 1971 está obsoleta y mira en dirección contraria a los problemas de la sociedad británica actual, donde tras medio siglo en vigor las muertes por droga no han cesado, y el enfoque criminal sigue priorizando al humano. EFE