La junta militar de Guinea-Conakri prohíbe a sus miembros optar a elecciones
Dakar, 28 sep (EFE).- La junta militar que dirige Guinea-Conakri desde el golpe de Estado que derrocó el pasado día 5 al presidente Alpha Condé ha prohibido a sus miembros presentarse a cualquier tipo de elecciones, según la 'Carta de Transición' de los golpistas, ley fundamental del país mientras se elabora una nueva Constitución.
La Carta, leída esta madrugada en la televisión estatal RTG, indica que el presidente y los integrantes de la junta, agrupada en el Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo (CNRD), 'no pueden presentar candidatura ni a elecciones nacionales ni a elecciones locales que sean organizadas para marcar el fin de la transición'.
'La presente disposición no es susceptible de revisión alguna', remarca el texto, que deja claro que el presidente de la Transición es el presidente del CNRD, coronel Mamady Doumbouya, quien ejercerá como jefe del Estado mientras dure el periodo transitorio.
La Carta señala que la jefatura del Gobierno debe recaer en un primer ministro que sea una 'personalidad civil reconocida por sus convicciones, sus competencias probadas y su integridad moral'.
El órgano que funcionará como Parlamento provisional es el Consejo Nacional de la Transición, compuesto por 81 miembros procedentes de partidos políticos, grupos de la sociedad civil, sindicatos, patronales y fuerzas de seguridad, entre otros.
Esas entidades deben garantizar que al menos el 30 por ciento de los miembros elegidos sean mujeres.
La Carta precisa que 'la duración de la transición será fijada de común acuerdo entre las fuerzas vivas de la nación y el Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo'.
La ley fundamental se divulgó después de que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) impusiera el pasado día 16 sanciones contra los líderes del golpe de Estado y exigiera la vuelta al orden constitucional en seis meses.
El bloque de quince países, al que pertenece Guinea-Conakri, exigió, tras una cumbre extraordinaria, la liberación inmediata del depuesto presidente Alpha Condé, una petición rechazada después por la junta militar.
El pasado 8 de septiembre la CEDEAO ya decidió, tras otra cumbre extraordinaria, suspender a Guinea-Conakri de todas las instituciones de la organización, un ejemplo seguido por la Unión Africana pocos días después.
El golpe en Guinea-Conakri ha provocado temores a un retroceso democrático en África occidental, después de los dos levantamientos militares que ha sufrido el vecino Mali desde agosto de 2020 y la toma del poder en Chad por una junta militar tras la muerte en combate del presidente Idriss Déby el pasado abril.
Condé, de 83 años y en el poder desde 2010, fue derrocado y detenido por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército liderados por Doumbouya, quien dijo dar el golpe para crear las condiciones de un Estado de derecho.
Los golpistas crearon el CNRD a fin de 'iniciar una consulta nacional para abrir una transición incluyente y pacífica'.
El pasado 18 de octubre, el país celebró comicios presidenciales en los que Condé optó a un polémico tercer mandato, no permitido en principio por la Constitución, tras un referéndum en marzo de 2020 para cambiar la Carta Magna, aprobado con un 91,5 % de votos.
Según algunos observadores, ese cambio forzado, que provocó violentas protestas con víctimas, hizo al presidente vulnerable a una intentona golpista.
Guinea-Conakri es uno de los países más pobres del mundo, pero posee un importante potencial minero, hidráulico y agrícola.
Sus reservas de bauxita, materia prima para producir aluminio, son unas de las más importantes del mundo. EFE
dk-pa/alf