La Wiphala, nuevamente protagonista de las profundas tensiones en Bolivia
La Paz, 27 sep (EFE).- La bandera indígena wiphala, que representa principalmente a las culturas andinas de Bolivia y está reconocida por la Constitución como un símbolo patrio, nuevamente fue motivo de polémica esta vez entre el Gobierno y la Gobernación de Santa Cruz, la mayor región y más próspera del país.
Este lunes un grupo de militantes del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en La Paz organizó un acto de 'desagravio' del emblema en respuesta al retiro de la wiphala durante los actos centrales en conmemoración a los 211 años del grito libertario de Santa Cruz que se realizaron este fin de semana.
Desde que se declaró en 2009 a la wiphala como un símbolo oficial del Estado Plurinacional de Bolivia se han suscitado varias polémicas entre oficialistas y opositores, pues muchos consideran que es un emblema que representa a sectores partidarios del expresidente Evo Morales y del actual Gobierno.
La manifestación de este lunes estuvo antecedida por breves discursos de algunos dirigentes, rituales andinos y una marcha de wiphalas alrededor de la plaza Murillo, donde residen el Ejecutivo y el Parlamento del país, y por algunas calles del centro de la ciudad de La Paz.
El viernes pasado, durante los actos en Santa Cruz, el vicepresidente David Choquehuanca izó la bandera wiphala, luego el gobernador Luis Fernando Camacho habló y cuando acabó su discurso dio por concluida la ceremonia sin permitir que el alto funcionario hiciera uso de la palabra.
Posteriormente un grupo de seguidores del gobernador bajó del mástil el emblema y lo entregó a un militar, en tanto que la Gobernación explicó que desde el nivel central se habían roto los protocolos y que la iza de la wiphala no estaba contemplada en el acto central.
RECLAMOS DE REIVINDICACIÓN
La protesta convocada por el MAS estuvo marcada por estribillos como '¡la wiphala se respeta, carajo!' y contra el opositor y gobernador de Santa Cruz, a quien se lo calificó de racista y separatista.
El propio presidente de Bolivia, Luis Arce, y Morales manifestaron en diversos actos su rechazo a lo que consideraron un desagravio a la wiphala.
'La wiphala es símbolo de unidad, dignidad, solidaridad, diversidad y lucha de los pueblos libres contra toda forma de racismo, colonialismo e imperialismo. Durante el gobierno de facto, fue emblema de resistencia al golpismo. Con su desagravio advertimos: los golpistas no pasarán', dijo Morales en su cuenta de Twitter.
La exdiputada del MAS Lidia Patty, quien es la principal denunciante en el llamado caso 'golpe de Estado', cuestionó la pasividad del Viceministerio de Descolonización por tomar acciones en este asunto.
POSTURAS EN LA OPOSICIÓN
El opositor Creemos, partido de Camacho, manifestó que los sucesos en el aniversario cruceño se tergiversan 'para armar escenarios y continuar con la persecución política'.
También subraya que Choquehuanca 'en un franco intento de confrontación (...) extrajo de su bolsillo la wiphala' para izarla como 'muestra de agravio' a los ciudadanos cruceños.
El líder opositor y expresidente de Bolivia Carlos Mesa cuestionó la 'moral' del Gobierno que anteriormente reemplazó el escudo nacional de la imagen institucional del Estado para sustituirlo por una cruz andina o chakana. '¡Basta de hipocresía', escribió en Twitter.
Mientras que la diputada indígena de oposición Toribia Lero dijo a Efe que la controversia 'es una polémica falsa' puesto que el Gobierno ignora el reclamo de un grupo de indígenas de tierras bajas que hace casi mes marchan hacia Santa Cruz contra los avasallamientos de otros grupos a sus territorios y sus costumbres.
El ministro de Justicia, Iván Lima, anunció la presentación de una denuncia penal contra los responsables del que se considera un agravio a un símbolo patrio, aunque admitió que el propio Choquehuanca le pidió analizar de nuevo esa postura, según declaró a los medios.
La marcha de desagravio en La Paz tuvo momentos de tensión contra los diputados Miguel Roca e Ingvar Ellfsen, de la opositora Comunidad Ciudadana, partido de Mesa, quienes fueron increpados y hasta golpeados cuando daban declaraciones a los medios y criticaban la posición del Gobierno y del MAS sobre esta controversia. EFE
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