Las mujeres salen a la calle en Italia para reivindicar el aborto seguro

Decenas de mujeres se manifestaron hoy en Roma frente al Ministerio de Sanidad, tras haberlo hecho en otras ciudades italianas, para reclamar que se haga efectivo el derecho a un aborto seguro, después de los retrocesos que se han dado en algunas regiones gobernadas por la ultraderecha.

La chispa que inició las protestas fue la decisión del gobierno regional de Umbría (centro) de obligar a las mujeres que opten por el aborto farmacológico, recurriendo a una pastilla, a permanecer tres días en el hospital, algo que los grupos feministas consideran innecesario y que atenta contra la privacidad de las mujeres.

Alrededor de un millar de personas salieron a protestar en Perugia (la capital de Umbría) después de la decisión de la ultraderechista Liga, que gobierna en la región desde el año pasado, tras lo cual el movimiento feminista decidió organizar hoy una manifestación en Roma.

Aunque el aborto se legalizó en Italia en 1978, las asociaciones feministas denuncian que todavía muchas mujeres siguen sin poder acceder a él ya que el 70% de los ginecólogos rechazan practicarlo al declararse objetores de conciencia, números que crecen hasta casi el 90 % en regiones del sur como Molise o Basilicata.

Además, la red 'Pro-choice' que ha coordinado la protesta en Roma, denuncia que el aborto farmacológico es 'inaccesible para demasiadas mujeres' por la necesidad de hospitalización que piden varias regiones, por lo que solo recurren a esta solución un 20% de las mujeres que abortan en Italia, menos del 10% en determinadas zonas.

Esta organización considera que tener que permanecer en el hospital es 'costoso para el sistema de salud, inútil en términos sanitarios y un obstáculo para la mayoría de las mujeres', por lo que reclama que el procedimiento se pueda solventar en un ambulatorio, como ocurre en muchos países de Europa.

La ginecóloga Elisabetta Canitano, presente en la manifestación, explicó que la ley italiana solo permite usar el aborto farmacológico hasta las siete semanas de embarazo, y no nueve como reclaman y lo achacó a que 'la Iglesia católica está introducida en los hospitales, en los órganos de decisión'.

'Nuestra sanidad está en manos de curas y empresarios. Queremos una sanidad pública, laica, que permita los derechos reproductivos', reclamó.

Frente al Ministerio de Sanidad se han concentrado poco menos de 100 personas, que piden al Gobierno actualizar las líneas de actuación respecto a la interrupción del embarazo, creadas en 2010, algo a lo que se ha comprometido el ministro Roberto Speranza.

El titular de Sanidad consideró 'gravísima e irracional' la decisión tomada por la gobernadora de Umbría, Donatella Tesei, de obligar a la hospitalización para quien recurra al fármaco RU486 y reconoció la urgencia de legislar a este respecto a nivel nacional.

Las manifestantes en Roma, en su mayoría con mascarillas, pidieron con multitud de pancartas también la gratuidad de los medios anticonceptivos.

EFE

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