Las protestas prodemocracia de junio en Esuatini dejaron al menos 46 muertos
Johannesburgo, 30 oct (EFE).- Las graves protestas prodemocracia que Esuatini (la antigua Suazilandia) vivió a finales de junio pasado -y que en las últimas semanas se volvieron a reavivar- dejaron al menos 46 muertos, según la Comisión sobre Derechos Humanos e Integridad de la Administración Pública del Gobierno.
'La Comisión verificó 46 muertes, dos fueron niños', afirmó Sabelo Masuku, presidente de ese organismo oficial, durante una rueda de prensa convocada este viernes en Mbabane para presentar un informe preliminar de las investigaciones realizadas por la Comisión sobre las protestas, cuyos detalles fueron difundidos hoy por medios locales.
Además los fallecidos, el informe detalla que hubo 245 heridos y que se efectuaron 337 arrestos, 13 de ellos menores de edad, con quejas de malos tratos de detenciones ilegales.
Masuku, no obstante, apuntó que las cifras son preliminares y que podrían estar incompletas, según indicó el portal informativo Swaziland News.
Los detalles de esta investigación oficial llegan cinco meses después de aquellos incidentes -considerados uno de los episodios más graves de oposición al régimen de monarquía absoluta de la historia del país- y en el contexto de un nuevo repunte de las protestas contra el Gobierno de Mswati III, especialmente desde la pasada semana.
Tanto en la anterior ocasión como en esta, los estudiantes fueron los impulsores principales, pero las protestas se extendieron posteriormente a todo tipo de sectores, como el de los transportes o los trabajadores sanitarios.
Los manifestantes reclaman reformas democráticas y protestan contra las pobres condiciones socioeconómicas del país.
En respuesta, el Gobierno optó por la mano dura con medidas extremas, como el despliegue del Ejército y el reciente cierre indefinido de las escuelas del país.
De las actuales protestas no hay aún balance de muertos, pero la oposición habla de decenas de fallecidos por la represión policial y militar.
El pasado fin de semana, el rey Mswati III anunció un proceso de diálogo nacional después de recibir la visita de una delegación de representantes del bloque de países de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC).
Sin embargo, la propuesta del monarca suazi y el Gobierno del primer ministro, Cleopas Sipho Dlamini, es que las conversaciones se realicen en forma de consejo nacional tradicional -denominado Sibaya y liderado por el propio Mswati III- y dentro de los límites de la actual Constitución.
Esas condiciones las rechazan los grupos críticos, que exigen una mediación internacional imparcial, la inclusión de todos los sectores (también de los opositores), la legalización de los partidos y la liberación de los presos políticos, entre otras medidas.
Todas esas peticiones las rechazó de plano el primer ministro suazi el pasado miércoles en una rueda de prensa.
Esuatini, que se encuentra bajo el mando de Mswati III desde 1986, tiene una población de unos 1,2 millones de personas que es eminentemente rural y que en un 60 % vive con recursos por debajo de la línea de la pobreza, según datos del Banco Mundial.
La situación social contrasta con la lujosa vida de la que gozan Mswati III y su extensa familia. EFE
ngp/psh