Las repúblicas bálticas enfrentan un nuevo y extraño aislamiento
Juris Kaža
Riga, 20 mar (EFE).- Los ciudadanos de las repúblicas bálticas -Letonia, Lituania y Estonia- están experimentando un nuevo aislamiento con las restricciones impuestas por casi todos sus socios de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Las comunicaciones aéreas y marítimas, tanto comerciales como de pasajeros, entre los tres países, miembros todos de la UE y de la OTAN desde 2005, han quedado severamente limitadas y el tiempo en que un ciudadano báltico podía volar solo con su documento de identidad a pasar el fin de semana en Barcelona parece algo remoto.
Las repúblicas bálticas tienen un único 'pasillo' terrestre hacia el resto de la UE, que es el territorio de Polonia.
Para los más mayores, la imposibilidad de viajar libremente les devuelve el recuerdo de la época soviética, cuando desplazarse al extranjero era muy difícil hasta finales de la década de los ochenta del pasado siglo, cuando la URSS de Mijaíl Gorbachov relajó las restricciones.
Para los jóvenes letones, lituanos y estonios es un choque, especialmente para los que disfrutan la ahora limitada libertad de la UE para trabajar, estudiar y viajar y tienen más problemas para volver a casa que para dejar su propio país.
Casi tanto como recortar la libertad de viajar fuera de sus países, las medidas impuestas para mitigar la pandemia han impedido a miles de bálticos regresar a sus domicilios.
En Letonia este viernes unos 4.280 ciudadanos habían registrado su deseo de volver a casa y la mayoría (en concreto 2.838) querían abandonar otros países comunitarios, dijo a medios locales el ministro de Exteriores, Edgars Rinkevics.
El Lituania el sitio 15min.Lt informó de que actualmente hay 5.040 lituanos en el exterior que quieren volver al país, pero que no han encontrado modo de hacerlo. Otros 1.340 han podido regresar, principalmente con vuelos especiales.
Indrek Kiiler, máximo responsable del servicio de radio del ente público ERR, dijo que hay entre 2.000 y 3.000 estonios que quieren volver y declaró a Efe que unos 70.000 estonios que viven en Finlandia o van a trabajar a Helsinki han decidido quedarse definitivamente allí cuando ese país imponga el domingo un cierre de fronteras casi total.
Ya se han fletado aviones y ferris para repatriar a los ciudadanos bálticos desde Alemania y otros países europeos; 467 de ellos, en 150 vehículos, llegaron a Riga en barco a medianoche del jueves al viernes y un portavoz de la naviera Tallink señaló que fue un ejemplo de cooperación entre compañías públicas y privadas.
FERRIS ENVIADOS A ALEMANIA TRAS SUSPENSIÓN DE VIAJES A SUECIA Y FINLANDIA
Los ferris de Tallink, que habían sido retirados cuando se suspendieron los enlaces entre Tallin, Riga, Estocolmo y Helsinki, se enviaron a Alemania después de que se violara aparentemente un acuerdo que iba a permitir a los bálticos atravesar Polonia por carretera.
Eso provocó un atasco masivo en la frontera germano-polaca cerca de Fráncfort del Oder y un bloqueo temporal de todo el tráfico por parte de los airados conductores bálticos.
Un portavoz del Ministerio polaco de Exteriores escribió a Efe que 'Polonia organizó seis convoyes para transportar a ciudadanos bálticos desde el antiguo puesto fronterizo polaco-lituano de Swiecko'.
Sin embargo, en redes sociales pudieron verse reacciones indignadas a una 'traición polaca' y alusiones a 1939, cuando soldados y civiles polacos cruzaron la frontera con Lituania huyendo de la invasión de Polonia tanto por parte de la Alemania nazi como de las tropas soviéticas.
El portavoz de Tallink declaró que el tráfico de mercancías por mar desde Escandinavia y Alemania a los bálticos continuaría y que un ferri prestará servicio para transportar a más ciudadanos bálticos y sus vehículos.
EL TRANSPORTE LETÓN ACUSA UNA DRÁSTICA CAÍDA
Sin embargo, Aleksandrs Pociluiko, secretario general de Latvijas Auto, la organización que reúne a las compañías de transporte letonas, dijo a Efe que ya ha detectado una caída del 40 % de la actividad de sus miembros.
Añadió que hay varias razones para ello, incluidos los atascos y los controles en las fronteras internas de la UE.
Pociluiko dijo, además, que los conductores estaban rechazando cargas de o hacia Italia y que los conductores de más edad no quieren aceptar trabajos fuera de Letonia.
Otro efecto colateral de las restricciones del que informaron medios locales es que la cantidad de clientes estonios de las tiendas de alcohol a lo largo de la frontera en el lado letón ha caído radicalmente y algunos comercios han limitado sus horarios de apertura o han cerrado.
Las tiendas de bebidas alcohólicas han vivido en los últimos tiempos un auge por los elevados impuestos que soportan en Estonia.
No obstante, la localidad binacional de Valka (Letonia) y Valga (Estonia) parece que han alcanzado acuerdos para que los letones y estonios que trabajan en una u otra parte y quieran visitar a sus familias puedan hacerlo libremente. EFE