Los musulmanes de Italia reclaman al Gobierno medidas que permitan los rezos
Roma, 28 abr (EFE).- La comunidad islámica de Italia urgió hoy al Gobierno del país a que proponga 'lo antes posible' un protocolo de seguridad que permita retomar los rezos colectivos y reabrir las mezquitas mientras se combate la pandemia del coronavirus.
Sin embargo se mostró comprensiva con la prohibición de celebrar ritos religiosos para evitar contagios y ha considerado 'importante seguir respetando las medidas para superar esta emergencia', apuntó el presidente de la comunidad islámica (UCOII), Yassine Lafra.
Este, en un comunicado, reclamó 'firmemente que se dispongan medidas 'ad hoc' que permitan a los fieles participar en los rezos en total seguridad'.
'Basta de esta imprecisión, sin certezas para nuestros fieles que están viviendo con luto el Ramadán', añadió.
Los musulmanes de Italia, estimados en unos 2,8 millones, viven el mes sagrado del Ramadán sin poder acudir a las mezquitas debido al confinamiento decretado por el Gobierno para evitar contagios, al igual que los fieles del resto de religiones.
Desde el 4 de mayo Italia, con casi 200.000 casos de contagio y 27.000 muertos por coronavirus, aligerará estas restricciones y, en lo que al culto se refiere, permitirá los funerales con menos de 15 personas, separadas y protegidas con mascarillas entre sí.
El presidente del UCOII exhortó a los líderes islámicos a mantener 'responsablemente' cerrados los centros de culto hasta que el Gobierno ordene su reapertura y establezca dicho protocolo.
'Sabemos que el Ramadán en cuarentena, sin las oraciones en comunidad, es difícil e inusual, pero debemos seguir siendo pacientes para proteger la vida de los más débiles y volver a la normalidad lo antes posible', declaró Lafra.
La Conferencia Episcopal italiana, por su parte, criticó ayer lunes al Gobierno por no permitir la celebración de misas y, sin embargo, abrir desde el 4 de mayo sectores como el manufacturero y la construcción, y desde el 1 de junio bares, restaurantes y peluquerías.
Los obispos italianos lo consideraron un impedimento a la libertad de culto.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, aseguró después que su Ejecutivo respeta ese principio constitucional y adelantó que se trabaja ya en disposiciones para retomar las celebraciones religiosas en un futuro en total seguridad.
Por contra, la presidenta de la comunidad hebrea italiana, Noemi Di Segni, llamó a evitar polémicas y aseguró que los judíos respetarán 'escrupulosamente' las normas del Gobierno, al que elogió por su 'gran realismo y sentido de responsabilidad'. EFE