Los retrasos sumen el proceso de paz de Sudán del Sur en la incertidumbre

Atem Simon Mabior

Yuba, 12 nov (EFE).- El retraso en la formación de un Gobierno de unidad nacional en Sudán del Sur, algo que debía suceder esta semana y tardará ahora cien días más, vuelve a sumir en la incertidumbre al proceso de paz y a la población del país más joven del mundo.

Un año y un mes después del acuerdo de paz firmado por el Gobierno del presidente sursudanés, Salva Kiir, y el líder de la oposición armada, Riek Machar, sigue sin cumplirse uno de los principales puntos del pacto: la formación de un Gobierno de unidad nacional.

El ejecutivo debía haberse formado en mayo, pero ambas partes acordaron posponerlo al 12 de noviembre. La semana pasada Kiir y Machar aceptaron en Kampala retrasarlo otros cien días más ante la falta de acuerdo en otros puntos del pacto.

La noticia ha hecho cundir el desánimo entre algunos sursudaneses, cansados de sufrir las consecuencias del conflicto que empezó en 2013, apenas dos años después de la independencia del país.

Para Martha Nyatho Dak, de 50 años y dueña de un restaurante en el barrio de Al Istftaa, en el oeste de Yuba, tanto el Gobierno como la oposición no están interesados en la vida de los ciudadanos y su sufrimiento.

'Tememos que vuelva la guerra y el combate de nuevo, queremos ver la paz', dijo Dak a Efe.

Entre los analistas se ve con igual pesimismo la prórroga acordada por Kiir y Machar, dos líderes que ya pasaron por la experiencia de compartir un Gobierno que fracasó en 2016, lo que llevó de nuevo a la violencia.

'El retraso en la aplicación del acuerdo de la paz pueda llevar a que la comunidad internacional imponga sanciones sobre el presidente Kiir y el líder de la oposición Machar', dijo a Efe el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Yuba, James Ukuk.

Ukuk considera que esta prórroga es la última oportunidad para ambos líderes de demostrar 'su seriedad en la aplicación de los artículos del acuerdo de paz', ya que, consideró, cualquier fracaso supondrá 'la imposición de sanciones' sobre ellos por parte de la comunidad internacional.

Aunque el Gobierno de Kiir quería mantener la fecha pactada, Machar anunció el mes pasado su rechazo a participar en el Gobierno de transición ante la falta de solución a asuntos pendientes como la seguridad de los líderes opositores o la configuración administrativa del país.

El retraso se produjo pese a que altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos dijeron el mes pasado que no aceptarían más aplazamientos y que podrían imponer sanciones si se incumplían los plazos.

También una delegación del Consejo de Seguridad de la ONU que visitó Sudán del Sur a finales de octubre había pedido que se resuelvan 'los asuntos pendientes'.

Abraham Mading, director del Centro de Visión para Estudios Estratégicos en Yuba, dijo a Efe que la decisión de posponer el Gobierno va a dar la oportunidad a 'los principales partidos en el Gobierno y la oposición, para demostrar su deseo de implementar los términos del acuerdo de paz'

Para el analista, el incumplimiento del acuerdo tendrá otras repercusiones, incluida la posibilidad de un retorno a la guerra y la lucha.

'El gobierno y la oposición han agotado las oportunidades disponibles para ellos, no hay otro momento para la maniobra política. Ya sea la implementación del acuerdo o el regreso a la primera casilla', dijo.

Sin embargo la incapacidad de los líderes de avanzar en la consecución de los términos del acuerdo alcanzado el año pasado en Adís Abeba deja para algunos al descubierto la evidencia de que las partes en conflicto no son capaces de llegar a la paz.

'No espero que las partes avancen en los asuntos pendientes del acuerdo de paz, el gobierno no es serio', indicó a Efe Ajang Chol Mareng, un estudiante de la Universidad del Alto Nilo.

Para él solo la presión de la comunidad internacional evitará que el país vuelva hundirse en el caos de la guerra al final del período de transición 'como sucedió en 2016'. EFE

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