Mario Adorf instala un adoquín en Berlín para rehabilitar a una víctma nazi
Berlín, 28 ago (EFE).- El actor alemán Mario Adorf participó hoy en la instalación en Berlín de un adoquín de latón -o Stolperstein- en memoria de Bruno Lüdke, víctima del nazismo que hasta 1994 había sido considerado erróneamente el mayor asesino en serie tras autoinculparse.
Adorf, de 90 años, que saltó a la fama tras su interpretación de Lüdke en la película de 1957 'El diablo ataca de noche', de Robert Siodmak, busca así rehabilitar el buen nombre del presunto asesino que nunca fue tal.
Historiadores determinaron que Lüdke, con una discapacidad psíquica y que murió en Viena en 1944 tras ser sometido a varios ensayos médicos por parte de los nazis, no pudo haber cometido ninguno de los más de cincuenta asesinatos que se le atribuían.
'Durante décadas le impuse a Bruno Lüdke la reputación de un criminal' con la que su familia sufre hasta el día de hoy, declaró Adorf en una entrevista reciente al diario 'Berliner Zeitung' en el que explicó las razones por las cuales es tan importante para él rehabilitar su buen nombre.
La iniciativa recibió el apoyo del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, que estuvo presente hoy en la instalación del adoquín en el barrio berlinés de Köpenick donde había nacido Lüdke.
'Bruno Lüdke no fue un criminal, sino una víctima' que 'murió bajo la custodia de los nazis tras una serie de experimentos pseudomédicos que le fueron practicados', dijo Steinmeier.
Agregó que con la memoria de Lüdke se recuerda también a las muchas personas 'con discapacidad que fueron perseguidas, abusadas y asesinadas por los nazis.
Además, Adorf será distinguido mañana por sus logros culturales y humanitarios con el premio honorífico 'Cinema for Peace Honorary Award', concedido por la ONG Cinema for Peace en su vigésimo aniversario y con el que han sido galardonados anteriormente Angelina Jolie, Sean Penn, Nicole Kidman, Ben Affleck y Leonardo DiCaprio.
La organización destaca en un comunicado precisamente los esfuerzos exitosos de Adorf por rehabilitar el buen nombre de Bruno Lüdke.
En Berlín han sido colocados más de 9.000 Stolpersteine desde el nacimiento en los años 90 de esta iniciativa del artista Gunter Demnig.
Estas placas de latón, que llevan gravados el nombre de personas deportadas por los nazis, sus fechas de nacimiento y de muerte y el lugar de internamiento, son colocadas en la acera frente si último domicilio conocido. EFE
egw/amg