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Marruecos superó el umbral de 1.000 muertos por COVID-19

Fatima Zohra Bouaziz

Rabat, 27 ago (EFE).- Marruecos ha superado hoy la cifra fatídica de los mil muertos por la COVID-19 al llegar a los 1.011 fallecidos, en un mes de agosto en el que la pandemia se ha propagado en el país de forma exponencial pese a que las autoridades han cerrado muchas playas y reconfinado barrios de diferentes ciudades.

Solo en el mes de agosto, el número de fallecidos ha aumentado un 60 %, mientras que el número de nuevas infecciones diarias no ha bajado prácticamente de los 1.000 casos diarios en todo el mes

En las últimas 24 horas se han registrado un total de 1.221 contagiados que sitúa en 57.085 el número de casos acumulados, de los cuales 41.901 se curaron, según explicó hoy en una comparecencia diaria el coordinador del Centro Nacional de Operaciones de Urgencia de Salud Pública en el Ministerio de Sanidad, Mouad Mrabet.

AUMENTA LA PREOCUPACIÓN POR LOS REBROTES

Esta situación ya hizo intervenir al mismo rey Mohamed VI, quien dedicó el pasado 20 agosto un discurso entero sobre la evolución de la pandemia alertando de que los contagios se habían multiplicado por tres desde mediados de julio, con las medidas de desconfinamiento.

Al mismo tiempo el monarca amenazó con la posible vuelta a un confinamiento total advirtiendo sobre las graves consecuencias económicas y sociales que eso pueda suponer para un país que ya este año va a sufrir una caída de su PIB de -5,2% según el banco central.

Durante más de cuatro meses desde el comienzo de la pandemia a mediados de marzo, el país magrebí mantuvo un control total de la evolución del virus con cifras bajas de contagios y un contado número de muertos, gracias a un estricto confinamiento y un cierre total de las fronteras del país.

No obstante, y tras el plan de desescalada gradual que emprendió el Gobierno marroquí desde el pasado 10 de junio, la curva de contagios empezó a subir de forma imparable, y en especial desde finales del mes de julio.

El doctor Tayeb Hamdi, presidente del Sindicato Nacional de Medicina General (SNMG) dijo a Efe que se trata de aumentos previsibles con el desconfinamiento aunque expresó su preocupación sobre la evolución acelerada de los contagios.

El aumento de casos es atribuible, según Hamdi, al incumplimiento de la ciudadanía de las medidas de barrera, unido a la capacidad limitada de diagnósticos (21.000 tests diarios), que retrasa el tratamiento.

'Para poner un ejemplo, el 20% de los enfermos COVID-19 en la región de Casablanca fallecen nada más llegar al hospital', deploró el presidente del SNMG.

MEDIDAS TERRITORIALES PARA FRENAR LA PANDEMIA

El aumento exponencial de casos perturbó las medidas de desescalada que se habían emprendido: por ejemplo la liga de fútbol, que tuvo un parón de cuatro meses, se reanudó con un apretado calendario que se está modificando constantemente con la aparición de focos colectivos de los clubes, que obligan una y otra vez al aplazamiento de partidos.

Y tras haber permitido bañarse en las playas y las actividades de ocio y viajes entre ciudades, las autoridades ordenaron posteriormente el cierre de muchas playas, así como reconfinamiento de barrios o ciudades enteras.

Al igual que en otros países, el rebrote del virus en Marruecos perturbó los planes del Gobierno para el inicio de las clases, al optar por una fórmula confusa que alterna entre la enseñanza a distancia y presencial.

Discretamente, las autoridades han vuelto a intensificar los controles: en Rabat se han vuelto a ver las barreras policiales para vigilar el respeto de las precauciones sanitarias, como el uso obligatorio de la mascarilla, cuyo incumplimiento se castiga con el pago inmediato de una multa de 300 dirhams (26 euros).

Varios vehículos del Ejército volvieron también a desplegarse en ciudades que registraron altos contagios como Tánger o Casablanca (últimamente epicentro de la pandemia en el país), al mismo tiempo que se multiplican los hospitales de campaña, tanto civiles como militares, en diferentes ciudades.

Tayeb Hamdi considera importantes las medidas territoriales que están aplicando las autoridades últimamente para frenar la propagación del virus, pero insistió sobre la necesidad de la implicación de la ciudadanía.

'Respetar las medidas de barrera es lo más eficaz que tenemos ahora para limitar la propagación del coronavirus y aliviar la presión sobre el sistema sanitario. No tenemos otra opción', aseveró.

El país cuenta con 1.826 camas de reanimación y solo 987 médicos especialistas en reanimación y anestesistas (para una población de 36 millones de habitantes). EFE

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