Mercados desiertos en Irak, preámbulo de una Fiesta del Sacrificio en casa
Bagdad, 29 jul (EFE).- Las altísimas temperaturas y los cortes de electricidad que estos días vive Irak no han ayudado a atraer en los mercados a las masas que por estas fechas suelen apurar las compras de última hora para la Fiesta del Sacrificio, que arrancará mañana bajo un estricto toque de queda en todo el país para frenar la propagación de la COVID-19.
Uno de los principales mercados del centro de Bagdad, el del área de Karada, está prácticamente vacío este miércoles también por el miedo de los compradores a la pandemia de coronavirus, que ha obligado a las autoridades iraquíes a imponer restricciones totales al movimiento durante este Aíd al Adha (Fiesta del Sacrificio).
'Los preparativos para el Aíd de este año son diferentes de los de otros días festivos en años anteriores', lamentó en declaraciones a Efe Abu Mazen al Ali, de 38 años y uno de los pocos clientes que se han aventurado a salir de casa para hacerse con algún dulce o vestimenta nueva.
'Ahora el clima es muy caluroso y la gente no sale y, si lo hace, irá a los centros comerciales que tienen electricidad y aire acondicionado para evitar las altas temperaturas, por lo que la compraventa es limitada' en los mercados, dijo.
Además, agregó, las autoridades han restringido los horarios de los mercados y las tiendas ante la actual situación.
Desde detrás del mostrador de su pequeño quiosco, Salam Abu al Sabahde, de 49 años, también es consciente de lo diferente que va a ser este año la festividad, que se celebrará en su segundo día con la matanza de animales para recordar cómo el profeta Abraham ofreció su hijo primogénito a dios.
'Nuestra situación económica se ha deteriorado enormemente debido a la epidemia de coronavirus', a lo que se suman los cortes de electricidad y las altas temperaturas, afirmó Al Sabahde, quien, como muchos otros, ha tenido que tirar de sus ahorros para pasar estos tiempos difíciles.
Añadió que el toque de queda parcial les ha obligado a reducir la jornada y a abrir las tiendas sólo de 09.00 a 16.00, lo que ha afectado todavía más al negocio, ya que la gente no sale de casa a esas horas por el calor.
En varios puntos del país, los termómetros se han disparado este miércoles por encima de los 50 grados.
'Como propietario de un quiosco, solía vender bien y cubrir todas las necesidades de mi familia, pero ahora ni siquiera puedo pagar el coche que me lleva a casa, lo que a veces me hace dormir toda la noche en mi almacén', indicó.
A partir de mañana y hasta el 9 de agosto, el toque de queda será total en Irak, lo que marcará, señaló, un peculiar Aíd al Adha, 'sin sabor' y cuya alegría se limitará a los niños más afortunados, que podrán tener ropa nueva o algo de dinero para gastar.
'En cuanto a nosotros, como mayores y responsables de la familia, tenemos miedo a la fiesta porque supone gastos que no podemos cubrir', concluyó el vendedor. EFE
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