Muertos 15 milicianos del GNA y 70 heridos en el ataque más cruento del año
Trípoli, 27 mar (EFE).- Al menos quince milicianos de las fuerzas afines al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) sostenido por la ONU en Trípoli murieron hoy en un bombardeo de las fuerzas bajo control del mariscal Jalifa Hafter, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país, en el ataque aéreo más cruento este año, informó hoy a Efe una fuente de Seguridad.
Según la misma, los enfrentamientos tuvieron lugar en las últimas horas en la localidad de Abu Qurayn, en la estratégica carretera que recorre la costa norte de Libia entre las localidades de Sirte y Misrata, y durante los mismos otros setentas milicianos de la operación 'Volcán de la Ira', lanzada por el GNA para defender la capital, resultaron heridos.
'Los combates se iniciaron en respuesta a los repetidos ataques de las fuerzas de Haftar y su falta de respeto por todos los convenios internacionales. Nuestras fuerzas destruyeron varios blindados emiratíes y un depósito de municiones de las fuerzas de Haftar, que se retiraron', afirmó.
EL GNA denunció, asimismo, varios ataques ataques aéreos de las fuerzas rivales en zonas del cinturón sur de Trípoli, un área de alto valor estratégico crucial para la conquista de la capital.
Responsables del llamado Ejército Nacional Libio (LNA), la fuerza afín a Hafter, confirmaron, por su parte, los ataques y explicaron que unidades aéreas de combate bombardearon este viernes 'objetivos del GNA en los áreas de Abu Qurayn y el valle de Zamzam'.
Los ataques pretendían impedir la una importante caravana de vehículos militares del GNA salieran desde el noroeste de Misrata en dirección a Al Heisha y y el valle de Zamzam para atacar al LNA, afirmó la fuente.
Por su parte, el general Ahmad al-Mismari, portavoz del LNA, aseguró que las operaciones en las últimas horas han permitido a sus fuerzas conquistar las localidades de al-Assah, al-Jameel, Riqdalin y Zaltan controladas por el GNA y sus mercenarios libios. Han sido liberados del yugo terrorista', afirmó en rueda de prensa.
La guerra civil que ensangrenta Libia desde el fallido proceso de paz impuesto por la ONU en 2015, se intensificó el pasado 4 de abril, fecha en la que Hafter ordenó levantar un cerco a la capital con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de visita oficial en la ciudad, en un claro mensaje a la comunidad internacional.
Desde entonces han muerto alrededor de 1.500 personas -más de 300 civiles-, 15.000 más han resultado heridas y más de 130.000 ciudadanos se han visto obligados a abandonar sus hogares y convertirse en desplazados internos.
El mariscal, que controla la mayor parte de las reservas de petróleo en Libia y casi todo el territorio nacional, cuenta con el respaldo económico y militar de Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos -países que le proporcionan mercenarios, armas y superioridad aérea- y con el refrendo político de Francia y de EE UU.
El GNA, reconocido por la comunidad internacional, recibe ayuda económica y militar de Qatar, Turquía e Italia, además de la poderosa ciudad-estado de Misrata, y apenas si domina la capital y algunas poblaciones del oeste con la complicidad de milicias salafistas y distintos señores de la guerra.
Esta semana, el Observatorio sirio de Derechos Humanos reveló que 151 mercenarios sirios reclutados por Turquía han muerto en los últimos tres meses de combates en Libia. EFE