Países discrepan sobre la necesidad de un plan europeo contra la corrupción

Los países de la Unión Europea subrayaron este lunes su voluntad de reforzar su labor en la lucha global contra la corrupción, pero discreparon sobre la necesidad de una estrategia comunitaria para combatir ese problema, según quedó patente en un Consejo de ministros europeos de Justicia.

Los titulares de los Estados miembros debatieron, a iniciativa de Finlandia (que hasta diciembre preside la UE), si hace falta un plan a nivel europeo para asegurar un enfoque coordinado en la prevención y lucha contra la corrupción, así como un mecanismo para evaluar las medidas adoptadas por los países comunitarios.

'Muchos ministros dijeron que sí que tiene que haber más acciones, es algo en lo que la UE se debe centrar en el futuro', dijo la titular finlandesa, Anna-Maja Henriksson, en una rueda de prensa al término de la reunión.

Por su parte, el secretario de Estado de Justicia español, Manuel Jesús Dolz, señaló en declaraciones a Efe que España opina que son 'los Estados miembros a través de sus propias instituciones los que están en mejores condiciones de establecer estrategias nacionales' contra ese problema.

'En España pensamos que la corrupción es un fenómeno muy singular de cada uno de los Estados, con lo cual las estrategias nacionales es muy importante mantenerlas', dijo.

Añadió que, aunque 'no está mal que haya unos objetivos generales' en ese ámbito, es 'difícil añadir más estrategias globales que las que ya existen' a través del Consejo de Europa, de Naciones Unidas y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Por eso, Madrid defiende seguir trabajando 'mediante planes nacionales y bajo los auspicios de los foros ya existentes a nivel internacional, para evitar duplicidades'.

La visión de España

España abogó, por otra parte, por la adhesión de la UE 'como miembro de pleno derecho' al Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), el órgano del Consejo de Europa que evalúa a los países en ese ámbito, lo que permitiría 'que la UE a través de sus instituciones pueda ser fiscalizada'.

Otros países expresaron recelos ante una estrategia europea contra la corrupción, como Alemania, cuya ministra, Christine Lambrecht, señaló que Berlín da 'la más alta prioridad' a la lucha contra la corrupción, pero que no ve la necesidad de una estrategia europea en ese ámbito.

'No estoy convencida en este momento de que haga falta una estrategia europea, más bien deberíamos concentrarnos en lo ya existente', dijo la ministra alemana, y añadió que opina lo mismo sobre un eventual mecanismo para supervisar la corrupción y cuestionó que pueda tener 'un valor añadido'.

Alemania apoyó también la 'plena pertenencia' al GRECO ante el convencimiento de que 'a nivel internacional, la UE tiene que dar buen ejemplo'.

También Francia cuestionó si hace falta una nueva estrategia y se refirió a la necesidad de 'aplicar las normas que ya existen', pero consideró que la eventual adhesión de la UE al GRECO debe ser estudiada con 'mucha prudencia' por el riesgo de que desde fuera se puedan fiscalizar las instituciones europeas, algo que también mencionó Suecia.

En el extremo opuesto, tanto Italia como Holanda, entre otros, defendieron la necesidad de considerar una estrategia europea contra la corrupción.

Un problema “habitual”

Según un Eurobarómetro publicado en 2018, el 68 % de los ciudadanos europeos perciben la corrupción como un problema 'habitual' (el 94 % en el caso de los españoles).

La misma encuesta revelaba también que el 25 % de los europeos (58 % de los españoles) opinan que la corrupción les afecta personalmente en su vida diaria.

La UE cuenta con legislación para luchar contra la corrupción, incluidas normas para proteger a los denunciantes, o contra la corrupción en el sector privado, así como una Directiva para la protección de los intereses financieros de la UE.

Además, a partir de finales de 2020 está previsto que comience a funcionar la Fiscalía Europea contra el Fraude, que también actuará en ese ámbito. (Marta Borrás)

EFE

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