Propuesta de cadena perpetua para 'crímenes de odio' divide a nicaragüenses
Managua, 18 sep (EFE).- La propuesta de establecer la cadena perpetua para 'crímenes de odio', anunciada por el Gobierno de Daniel Ortega, sigue dividiendo este viernes a los nicaragüenses, entre los que consideran necesario endurecer las penas y los que temen pueda usarse con fines políticos.
'Hay unos cuantos pelagatos que se oponen a la cadena perpetua para los criminales y por algo será', criticó hoy la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, a través de medios oficiales.
Los sandinistas comenzaron en la víspera a levantar firmas a favor de que se apruebe una reforma a la Constitución y al Código Penal para que se permita aplicar la prisión perpetua a los asesinos de niños y mujeres.
El Ejecutivo informó esta semana que ha orientado 'penalizar con prisión a cadena perpetua a quienes cometan estos delitos que tipificamos crímenes de odio, crueles, aberrantes, humillantes y denigrantes que no corresponden a la cultura nicaragüense'.
Murillo ha puesto como ejemplos de 'crímenes de odio' el asesinato de dos niñas de 12 y 10 años, así como el de dos mujeres, ocurrido en los últimos días.
'Tienen que pagar y con prisión perpetua porque no se puede seguir tolerando este flagrante irrespeto a la vida de las mujeres y a la vida de cualquier ser humano en nuestro país (...) y desde el vientre materno', apuntó.
¿QUÉ SE DEFINIRÁ COMO CRÍMENES DE ODIO?
Justamente la falta de definición sobre 'crímenes de odio' y los fuertes discursos de Ortega y Murillo contra sus adversarios, es lo que ha puesto a la defensiva a los opositores.
'En un país donde recetan hasta 200 y más años de cárcel, lo de la prisión perpetua es solo un intento más de afianzar el poder que se les tambalea y sonar 'fuertes' y castigadores. Ninguno de los OrMu (Ortega Murillo) vivirá lo suficiente para ver esa venganza cumplida. No hay firma que valga', opinó este viernes la escritora Gioconda Belli en un tuit.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.
Entre los que rechazan la propuesta de aplicar la cadena perpetua están las organizaciones que representan a los opositores presos en Nicaragua, que consideran que con ella el Gobierno pretenderá 'callar' y 'encerrar para siempre' a la disidencia.
Para miembros de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Ortega ha empezado a recurrir 'a la vieja estrategia de infundir terror' para crear un ambiente preelectoral 'pesado' con miras a las elecciones nacionales de noviembre de 2021 y cercenar las libertades.
'Creemos que detrás de esta reforma a la Constitución, que busca establecer la cadena perpetua, que lo va a hacer (...), está detrás cercenar y violentar los derechos constitucionales y de libertades públicas de los nicaragüenses', advirtió el director ejecutivo de la Alianza Cívica, Juan Sebastián Chamorro.
Expertos constitucionalistas han explicado que, para establecer la cadena perpetua, se debe hacer una reforma a la Constitución, misma que, según el proceso legal, debe ser solicitada por el presidente o por un 30 % de los diputados de la Asamblea Nacional, pasar una etapa de revisión de 60 días a cargo de una comisión especial.
Posteriormente debe obtener la mayoría calificada de votos en dos legislaturas, que los reúnen los sandinistas, más reformas al Código Penal. EFE

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