×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Sociedad
Sociedad

¿Qué fue de Al Green? Del soul más sensual a predicar desde el púlpito

David Villafranca

Los Ángeles (EE.UU.), 29 abr (EFE).- Cada vez quedan menos estrellas del soul con vida. Pero, al menos hasta la pandemia, cada semana cantaba en Memphis (EE.UU.) una gran figura del género: Al Green. La única diferencia es que ya no actúa con sus sensuales temas sino que su música se escucha sobre todo en las iglesias.

Con su voz de seda e irresistible 'sex appeal', Green era el heredero natural de Sam Cooke, título que no le quedó grande gracias a absolutas obras maestras del soul como 'Let's Stay Together'.

Pero la trayectoria de Green, que ahora tiene 74 años y es miembro del Salón de la Fama del Rock, cambió de rumbo de forma abrupta: pasó de las insinuaciones sexuales a la reflexión religiosa, y de poner banda sonora a los placeres de la cama a cantar a Dios desde el púlpito.

EL ÚLTIMO DE SU ESTIRPE

Con su alma apasionada, incendiaria y desbordante, el soul había protagonizado gran parte de la revolución musical de los años 60.

Pero para cuando Al Green (Forrest City, 1946) publicó sus primeros discos de éxito ('Let's Stay Together' y 'I'm Still in Love with You', ambos de 1972), el género ya estaba en descenso: Sam Cooke y Otis Redding habían muerto, James Brown estaba enfrascado en el funk, y los jóvenes buscaban otro tipo de emociones musicales.

En ese momento, Green parecía el último genio de la estirpe del soul sureño.

Con exquisitos arreglos y un estilo más romántico que explosivo, Green encadenó una fabulosa tanda de triunfos en la primera década de los 70: 'Let's Stay Together', 'Take Me to The River', 'Tired of Being Alone', 'Love and Happiness', 'I'm Still in Love With You', 'How Can You Mend a Broken Heart', etc.

Pero entonces se cruzó en su camino la vocación religiosa. Eso sí, la llamada de Dios le llegó de una manera escalofriante.

UNA MACABRA LLAMADA DE DIOS

No escasean los episodios siniestros o muertes espeluznantes en la historia del soul (por ejemplo, Marvin Gaye y Sam Cooke murieron a tiros), pero el viaje a la iglesia de Green figura con honores en los capítulos más oscuros del género.

Mary Woodson era una de las numerosas amantes que tenía Green, quien aseguró en autobiografía 'Take Me to the River' (2000) que 'acumulaba un cierto tipo de novias' de una ciudad a otra y que 'no era algo romántico o físico' sino que solo era para 'satisfacer la fascinación' que sentía 'por las mujeres hermosas'.

Más o menos seria, su relación con Woodson no apuntaba a algo nada sencillo ya que ella estaba casada y tenía hijos en Nueva Jersey.

En octubre de 1974, Woodson, tras escarceos con la ley y cada vez más inestable por celos y otros problemas personales, le preguntó a Green si se casaría con ella y él respondió con evasivas.

Posteriormente, Woodson le arrojó una olla hirviendo, que provocó quemaduras de gravedad en el cantante, y, minutos después, la mujer se suicidó con una pistola.

Tras meses de convalecencia, Green logró salir del hospital para continuar su carrera, pero nada sería igual a partir de entonces.

IDA Y VUELTA

Pasar de la iglesia a la esfera profana, o hacer el camino a la inversa, es algo habitual en los artistas del soul, un estilo musical que, al fin y al cabo, es la adaptación mundana y descreída de los códigos del góspel.

Al Green había comenzado, como tantos otros artistas afroamericanos, cantando góspel, por lo que la fe era algo muy importante en su vida.

Pero a partir del último tramo de los años 70, el cantante prácticamente renunció al soul (con excepciones como 'I Can't Stop' de 2003), desapareció poco a poco de los grandes focos, y dedicó su vida y obra casi por completo a Dios.

Full Gospel Tabernacle es el nombre de la iglesia a las afueras de Memphis, con misas que duran horas y música en cada tramo, que el artista fundó en 1976, muy poco después del suicidio de Woodson.

El músico, y desde entonces pastor, ya había tenido episodios de revelación anteriormente, pero según Davin Seay, que le ayudó a escribir la autobiografía 'Take Me to the River', el suceso de Woodson fue fundamental.

'Fue una llamada de atención', dijo a Entertainment Weekly en el año 2000.

'Fue un catalizador (...). No es justo asumir que su conversión religiosa fue algo conveniente basado en su experiencia traumática, y a él le gusta distanciar esa conversión de los eventos terribles de esa noche. Pero creo que lo que pasó con Woodson como que cristalizó su necesidad de seguir adelante, cerrar una parte de su vida, y abrir otra', añadió.

Aun así, al predicador le acompañan las dudas desde entonces como una sombra que se sienta en la primera fila de su iglesia cada domingo.

'¿Por qué se suicidó Mary? ¿Por qué intento destruirme? Hasta este día, no puedo decir que lo sepa. Había partes completas de su vida a las que nunca me dejó entrar. Aunque nunca seré capaz de explicar del todo los eventos de aquella noche, sé de primera mano que la famosa línea entre amor y odio es real, y, para algunos, lo que no pueden tener, lo tienen que destruir', escribió en su autobiografía. EFE

dvp/arm

(foto)

Accede a contenido premium exclusivo, con fotos y vídeos, en el nuevo producto Entretenimiento América de Efe Servicios (https://bit.ly/EFEentretenimiento). En Twitter puedes seguirnos con el hashtag #EFEentretenimiento.

TEMAS -

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.