Transición económica y ecológica: ejes del nuevo plan quinquenal de China
Javier Triana
Pekín, 29 oct (EFE).- El cambio de modelo económico de China o el reciente compromiso de lograr la neutralidad de emisiones de carbono antes de 2060 serán dos de los ejes que articulen el borrador del plan quinquenal 2021-25 que aprobará hoy el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) tras cuatro días de reuniones.
El quinto plenario del XIX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), integrado por cerca de 300 dirigentes, debate el plan -el decimocuarto de la República Popular- reunido en un hotel de Pekín desde el pasado lunes.
Mañana, viernes, se explicarán en rueda de prensa los ejes que marcarán la política y la economía china en los próximos cinco años, centrados en las siguientes claves:
NEUTRALIDAD DE EMISIONES
El pasado 22 de septiembre, durante la Asamblea General de la ONU, el presidente chino, Xi Jinping, se comprometió a que su país alcance la neutralidad de emisiones de carbono para 2060, una iniciativa que ha contado con buena acogida en una comunidad internacional que ha visto a los Estados Unidos de Donald Trump escabullirse de cualquier compromiso de ese tipo.
El anuncio de Xi, que incluye alcanzar el pico de emisiones a más tardar en 2030, habrá de verse reflejado en las políticas económicas que rijan China -el mayor emisor de gases contaminantes del mundo- hasta 2025, según la prensa oficial.
Varios expertos medioambientales se han mostrado optimistas con ese anuncio por tratarse de un primer paso que ya ha dado pie a un efecto dominó de compromisos ambientales: al menos Japón y Corea del Sur se comprometieron esta semana a llegar a la neutralidad de emisiones de carbono para 2050.
Sin embargo, esos mismos expertos, tanto independientes como gubernamentales, creen que China debe concretar qué tipo de emisiones son las que se verán reducidas, ya que un lenguaje difuso podría invitar a la trampa en un país necesitado de energía y cuya industria del carbón ha tenido un gran peso histórico (en la actualidad el 60 % de su electricidad procede de él).
De hecho, la expansión de centrales eléctricas de carbón no ha cesado en la superpotencia asiática.
APUESTA POR UNA 'CIRCULACIÓN DUAL'
Formulada por primera vez en la primera mitad de este año, la 'circulación dual' es un concepto económico aún difuso, pero que bebe de la coyuntura económica actual: China quiere reforzar el consumo interno, tras la zozobra provocada por la pandemia en el mercado internacional que, no obstante, Pekín quiere seguir aprovechando cuando sea necesario.
De este modo, habría un motor nacional que el Gobierno chino buscaría incentivar, a completar a través de un motor internacional.
La importancia de este último está aún por determinarse, ya que aunque se ha reducido a la mitad desde su pico máximo de 2006, el peso de las exportaciones sobre el Producto Interior Bruto (PIB) en China sigue siendo de un nada despreciable 18,4 %, según datos del Banco Mundial relativos a 2019.
En palabras del oficial Diario del Pueblo, 'China quiere potenciar de manera drástica el consumo en el mercado nacional para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo libre de riesgos extranjeros que van desde la covid-19 a las guerras comerciales'.
Esta apuesta por espolear el consumo (interno, en este caso) también está en la línea del cambio de modelo económico impulsado por Pekín para saltar de una economía de manufactura a una basada en el consumo.
¿OBJETIVO DE CRECIMIENTO?
El objetivo de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) fue el gran ausente a la conclusión de la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) del pasado mes de mayo, primera vez que esto sucedía desde 2002.
La incertidumbre provocada a nivel mundial por la pandemia de coronavirus llevó a los mandatarios comunistas a hacer un ejercicio de prudencia para no pillarse los dedos al marcar un dato concreto.
No obstante, los planes quinquenales acostumbran a presentar una media de crecimiento para los cinco años siguientes.
Citado por el diario estatal Global Times, Li Chang'an, de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de Pekín, pronosticó que sería de entre el 4 y el 5 % para el periodo 2021-25, frente al 6,5 % marcado en el plan anterior.
POSIBLES RELEVOS
Aunque este no es el cónclave en el que se determinan las sucesiones del liderazgo comunista (eso compete al congreso del Partido, previsto para 2022), el director del Observatorio de la Política China, el español Xulio Ríos, apunta a Efe que 'sí podrían dejarse entrever algunos movimientos de personal significativos, quizá no a la conclusión de esa sesión, pero sí en los próximos meses'.
Ríos cree que, 'si no se producen gestos en este sentido que puedan afectar a la jefatura del Partido, también quedaría claro que (Xi Jinping) se sucederá a sí mismo', después de que China eliminara en 2018 el límite de dos mandatos que habría obligado a Xi a abandonar el poder en 2022.
'Esto último es lo más probable (que Xi permanezca en el poder), aunque puede revestir varias fórmulas. No tendría lógica suprimir el límite de los dos mandatos para luego respetarlos escrupulosamente', apunta el sinólogo.
En cualquier caso, el texto que se anuncie hoy será un borrador que se remitirá a la ANP para su aprobación oficial durante la sesión anual de esta, prevista a principios del próximo año. EFE
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