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“Siempre es mejor una mala democracia que una ‘buena’ dictadura”

El jueves se cumplen 58 años del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo, y 8 que fue fundado el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana en la calle Arzobispo Nouel 210

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“Siempre es mejor una mala democracia que una ‘buena’ dictadura”
El museo tiene 40 empleados y recibe una subvención del Estado de 36 millones de pesos al año, dice Luisa De Peña.

Con la finalidad de mantener viva la memoria de hombres y mujeres que ofrendaron su vida por la libertad del pueblo dominicano, fue creado el 29 de mayo de 2011 el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana que, al arribar a sus ocho años, organiza “La fiesta de la libertad” para celebrar el 58 aniversario del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Este museo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es fruto de la preocupación personal de varias personas que se resisten a que el tiempo borre el legado dejado de los patriotas que combatieron el régimen de Trujillo.

La museóloga Luisa De Peña es la directora de la entidad y explica que fue en el año 1995 cuando la señora Angela Ricart, madre del expedicionario Tony Mota Ricart, junto a su abuela, le solicitó que hiciera un museo porque temían que cuando fallecieran se perdieran “las cosas de los muchachos”.

“Una semana después mi mamá me llamó y me dijo que los dominicanos libres teníamos una responsabilidad con aquellos que habían dado su vida por nuestra libertad, que miraba a ver si yo utilizaba lo aprendido para rendir un servicio. Y empezamos a trabajar en la idea de un museo de historia sobre los expedicionarios de 1959”.

Al participar en el Diálogo Libre junto a Noris González, hija de Patria Mirabal y presidenta de la Fundación, y de Carlos Báez, vocal de la entidad, manifestó que en principio se pensó en un museo de historia que luego se convirtió en memorial.

La experta explica la diferencia entre un museo de historia y el memorial: “El museo de historia narra la historia de forma objetiva, los hechos históricos de forma cronológica sin hacer juicios de valor ni tomar ningún tipo de posición. El museo de Memoria narra las memorias de las víctimas de terrorismo de Estado, crímenes de lesa humanidad, dentro de un régimen y un período específico. El museo de memoria sí hace juicio de valor y presenta los hechos, pero desde el punto de vista de la resistencia, de las víctimas”.

Informa que el museo de memoria condena todo lo que son las violaciones a los derechos humanos en cualquier tipo de gobierno y régimen, se trabaja en la conciencia de la gente y en este caso se abarca desde la dictadura militar norteamericana hasta la transición de la democracia al salir de los llamados 12 años de Joaquín Balaguer.

“El objetivo final es poder educar a las jóvenes y a las nuevas generaciones para que, en su momento, puedan asumir una ciudadanía responsable, consciente del valor de la democracia, del costo de la democracia y de que siempre es mejor una mala democracia que una buena dictadura”.

¿Museo a Trujillo?

La experta en museos aclara que no todas colecciones que son parte de un museo son aptas para ser “musealizadas” porque son instituciones que educan, preservan, difunden e investigan el patrimonio cultural material y no material de la humanidad y su ambiente.

Al referirse a la inquietud de que se instale un museo con objetos pertenecientes a Rafael Leónidas Trujillo, De Peña dijo que en el proceso de musealización, de colección de objetos, uno eleva ese objeto a ser testimonio del desarrollo de la humanidad y su medio ambiente. Por lo tanto, lo convierte en un objeto de identidad cultural, de referente y Trujillo fue un antivalor, sostuvo.

Indicó que cuando se toman objetos de una persona como Trujillo, que representa los antivalores, se eleva a la persona y a su objeto al nivel de identidad cultural de la nación. Pone de ejemplo que si en una sala se exhibe un uniforme de Luperón y otro de Trujillo, se está elevando a Luperón y Trujillo al mismo nivel.

“Nosotros no estamos diciendo que no se trate el tema Trujillo, ni la dictadura, ¡imposible! Eso sería una locura, todo lo contrario, el museo de historia tiene que tratar ese período de forma objetiva y precisa, lo que decimos es que los objetos personales de un dictador no pueden ni deben ser expuestos en un museo nacional como parte hereditaria de nuestra nacionalidad, no es verdad que los dominicanos nos identificamos con el mayor violador de los derechos humanos que ha tenido la historia dominicana”, precisó.

Es el promedio de estudiantes que visita diariamente el Museo de la Resistencia en la Ciudad Colonial.

TEMAS -

Licenciado en Comunicación Social por la universidad O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.