Aterrizaje de avión en el río ha sido bautizado como "El Milagro del Hudson"

El piloto es un veterano piloto de las guerras de Vietnam y Korea

NUEVA YORK._ Tan casi “perfecto” fue el “aterrizaje acuático” del piloto del avión Aibus A-360 la línea US Airways que caía sobre las congelantes aguas del caudaloso río que bordea el lado Oeste de Manhattan que tanto el público como los medios bautizaron ya como “El Milagro del Hudson”, la maniobra del capitán Chesley B. Sullenberger III (Sully) , quien estuvo piloteando en   las guerras de Vietnam y Corea y trabaja en la línea desde 1980.

 

Su experiencia no era para menos.

Cuando los motores fueron afectados por la incursión de varios gansos, la nave comenzó a confrontar problemas, lo que aterrorizó a sus pasajeros y tripulantes e hizo pensar a muchos que podría tratarse de un nuevo ataque terrorista. Pero, todos estaban muy lejos de imaginarse que algunos de los zig zags en el aire y zarpazos dados por el avión, fueron el resultado de la pericia del piloto.

Sullenberger III, oriundo de California, ha sido considerado como un “héroe” por haber logrado salvar las vidas de los más de 150 pasajeros y sus cinco subalternos. El alcalde y el gobernador de Nueva York se presentaron en la escena y los testimonios de muchos de los pasajeros llovieron anoche en medios locales.

Uno solo de ellos resultó herido se reportó anoche tras concluir las evacuaciones y es una mujer cuyas piernas se fracturaron con el impacto en el agua. Entre los pasajeros iba un bebé de apenas días de nacido. Expertos destacan que sólo la sangre fría de un piloto de esa experiencia pudo ayudarlo a aterrizar con “suavidad” en las gélidas aguas del río del Oeste.

La nave cayó entre las calles 34 y 42 a la altura de la 12 avenida bordeada por el cauce y fue el gobernador David Paterson el primero en calificar de “milagro” lo ocurrido al avión. “Hemos presenciado un milagro en la calle 34. Ahora estoy convencido de que hemos presenciado un milagro en el Hudson”, expresó el primer ejecutivo del estado a la prensa.

El alcalde Michael Bloomberg resaltó el maravilloso trabajo hecho por el piloto. El comandante del vuelo que recorrió dos veces los pasillos de la nave para asegurarse de que todos habían sido rescatados a salvo, ayudó a salir a unos 20 usuarios y entregarlos a las unidades de rescate.

Para la gente, el rescate fue milagroso y un esfuerzo extraordinario. Los testigos dijeron que no podían creer lo que habían visto: un avión de ese calibre volando tan bajo, sobre las aguas de un enorme río y manteniéndose estable. Fue, como el piloto estuviera ya sobre la pista de algún aeropuerto y en las aguas del Hudson.

Danita Jonson, una de las testigos, dijo que ese ha sido el aterriza más perfecto que ha visto en su vida. Otro testigo, Bob Read, que observó la maniobra desde la ventana de su oficina, expresó que vio un avión comercial bajar y fue como si estuviera aterrizando en el agua. “Fue un descenso controlado”, añadió.

Las autoridades están pidiendo a los neoyorquinos que si encuentran a orillas del río algunas de los equipajes de los pasajeros del vuelo 1449 que lo devuelvan a las agencias correspondientes. Algunas maletas y otros peroles fueron vistos flotando en las aguas.