Cacú, la tortuga tinglar de Manresa

Manresa, Santo Domingo. La noche del 29 de mayo recibí una llamada para ir a presenciar el marcado de una tortuga tinglar en la playa de Manresa. Estaba lloviendo y aún así decidimos con Omar Reynoso, biólogo marino de Ministerio de Medio Ambiente, ir a esta playa a ver si lográbamos nuestro cometido: él marcar la tortuga y yo lograr documentarlo en video y fotos.

Pero, ¿qué de especial tiene esta tortuga que decidimos tomar el riesgo? Por un lado no se había documentado ni marcado una tortuga de esta especie en esa playa y, por otro lado, apoyar a estos pescadores que desde hace un año se han convertido en guardianes de estas tortugas y sus nidos, los cuales depredaban para venderlos ilegalmente.

Eran las 10 de la noche y recibimos la llamada de Cacú (Ramón Alberto Pérez) avisándonos que la tortuga estaba saliendo. Nos apresuramos a llegar a la playa -en medio una noche oscura y con una llovizna- para no dejar pasar la oportunidad. La noche anterior la tortuga había salido como habían calculado Omar y los pescadores pero no había puesto los huevos. Esperaban que esta noche saliera de nuevo.

Increíblemente salió 24 horas exactas después de haberlo intentado.

El camino para llegar a la playa de Manresa por atrás del muro del muelle de Haina es muy difícil. Hay que trepar y saltar entre grandes bloques de concreto desordenados que sirven de rompeolas. El terreno mojado hizo del camino, de 20 minutos sorteando obstáculos, algo muy difícil.

Los malos olores de la cañada que ahí desemboca y el fuerte olor a combustible que emana desde el muelle hicieron más desagradable el trayecto.

Por fin llegamos, mojados y sudados, en compañía de cuatro pescadores, y, luego de correr unos 200 metros por la playa, nos encontramos con esta enorme tortuga de 1.73 metros intentando poner sus huevos.

Esperamos en silencio y oscuridad que el animal dejara su carga, pero algo la hizo cambiar de parecer y decidió regresar al mar. Aprovecho para tomarle algunas fotos.

 

 

Un poco decepcionados por no lograr nuestro cometido nos retiramos del lugar a eso de las 11:30 de la noche, pero Omar sugirió esperar media hora para ver si la tortuga regresaba a poner sus huevos.

Nos sentamos como a 150 metros de donde la vimos entrar al agua, a esperar mientras veíamos videos de tortugas en youtube con los pescadores.

Al pasar 20 minutos uno de los pescadores nota un movimiento extraño en el agua y nos alerta que nuestra tortuga está saliendo de nuevo a pocos metros. Sonreímos y esperamos en silencio y oscuridad.

A las 12:30, nuestra amiga por fin logra su cometido y es en ese momento de trance, para ella, que podemos acercarnos y fotografiarla sin alterar su comportamiento, ella ni se da cuenta que estamos a su lado  y mucho menos que ha sido marcada en sus dos aletas pectorales.

El proceso de poner huevos dura aproximadamente 30 minutos hasta que logra cubrir el nido con arena. Acabamos de presenciar junto a sus antiguos enemigos el milagro de la vida en la especie de tortuga marina más grande del planeta.

 

Ya tiene números de identificación, EEP066 y EEP067, solo falta ponerle un nombre que también la identificara aquí e internacionalmente. Omar pregunta qué nombre le ponemos y alguien sugiere un nombre de moda, Chikungunya... reímos y seguimos pensando. Un pescador dice que le pongamos como todo mundo lo llama a él, Cacú, y por decisión unánime es bautizada.



Fuente (Wikipedia)

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@mdelcid 

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