“Los padres siempre mienten, dizque los quieren a todos igual”

Cuando un hijo percibe predilección materna por otro esto puede generar disyuntivas familiares

Representación de padres con sus hijos. (Shutterstock)

SANTO DOMINGO. “Los padres siempre mienten”, le comentaba a sus amigas una hija que sospecha que su madre tiene preferencia por su hermana mayor. “Dizque los quieren a todos igual sin embargo los oyes decir: ‘Mi hija es tan aplicada, no como la chiquita, esa no tiene arreglo’ ”.

Su postura es similar a la de lectores de Diario Libre a quienes se les preguntó en Facebook si consideran que se podía querer a un hijo más que a otro.

“Los padres nunca lo reconocen, pero el 99 % tiene un hijo amado (...) Muchos hermanos crecen prácticamente odiándose por culpa de los locos papás que quieren un hijo y procrean varios para darles amor a uno”, opinó una seguidora que se identificó como una hija. Su comentario generó un debate a favor y en contra.

Una madre de dos le respondió: “No se quiere a uno más que a otro, lo que pasa es que las madres tratamos a nuestros pequeños de acuerdo a su personalidad”. Otra comentó: “Tengo cuatro: tres de mis entrañas y una adoptada. Los amo por igual. Hay uno que es más cariñoso y besuqueador, y a veces piensan que lo quiero más a él, pero no, los amo a los cuatro por igual”.

¿Qué opina un estudioso de la conducta?

“Hay hijos que así lo sienten pero eso no significa que así sea”, es lo primero que señala César Castellanos, un sicólogo con un doctorado en neurociencia cognitiva.

¿Tiene consecuencias un sentimiento de predilección?

Sadis Valencio, especialista en relaciones familiares y docente universitaria, indica que los sentimientos de una madre por un hijo dependen de varios factores: situaciones en las que nació, si es un hijo esperado o no, si tiene rasgos de alguien a quien la madre quiere o lo contrario, si es inteligente, si la pareja estaba lista para la crianza, si es un hijo con necesidades educativas diferentes o si estas características para la madre son defectos o más bien, una oportunidad de superarse a ella misma.

Cuando un hijo percibe predilección materna por otro esto puede generar disyuntivas familiares, observa Valencio.

“En el sistema familiar la lucha de los hijos consiste en ganar el afecto y admiración de los padres; si este es otorgado a uno en particular, traerá conflicto en las relaciones fraternas, dando como resultado la conjunción del ‘Complejo de Caín’, término utilizado por primera vez por el psicólogo francés Charles Baudouin, el cual se caracteriza por los celos enfermizos y sentimientos de ira reprimidos hacia la figura paterna desplazados hacia el hermano que puede percibirse como predilecto”.

Si una madre entiende que muestra predilección por un hijo, Valencio le recomienda que establezca conscientemente las razones por las que ama a sus hijos de forma singular y evite hacer comparaciones entre ellos ya que podría llevarles a un desgaste emocional.

Sugiere establecer tiempo de calidad para dedicarle a cada hijo individualmente y permitir resolver los conflictos de hermanos entre ellos, dando pautas, si es necesario, de lo más sano en cada discusión.

Para concluir, exhorta: “Dar amor a través de las caricias y el contacto físico, sin buscar que los otros hijos se sientan desentendidos y celosos”.