Afectados por incendio en San Carlos claman por alimentos, ropas y un nuevo hogar

“¿Y con qué yo voy a estudiar ahora?”, la preocupación es de Alfonso Mateo Soriano, un niño de 12 años que perdió la casa en la que vivía, al igual que 11 vecinos más durante el incendio que el pasado sábado destruyó una cuartería de la calle Abreu del sector San Carlos, en el Distrito Nacional.

La expresión le surge al creer que la líder comunitaria Magaly Padilla y reporteros de Diario Libre les llevarían solución al destruido vecindarios. Mientras camina por un angosto callejón por donde corre agua cloacal y saltando como sapos entre pedazos de bloques, madera, troncos y hojalata, el niño dice que su laptop y tablet se quemaron.

Al llegar a los que fue su casa, solo el cemento queda, todo se quemó y él, sus seis hermanitos más y vecinos están arrimados en casa de vecinos y familiares. En la cuartería conviven más de 25 niños entre recién nacidos y hasta 14 y 15 años.

Lejos de lágrimas y gritos, en el patio donde estaban las viviendas quemadas había una mezcla de alegría con preocupación entre afectados directos e indirectos, pues hombres vestidos color naranja limpiaban todo, mientras otros les aseguraban que el Ministerio de Obras Públicas se encargaría de reconstruir las casitas (cuartuchos).

Es que el Ministerio de Obras Públicas acudió en auxilio de los afectados, pero sin lesionados físicamente, cuando supuestamente un camión pasó por la calle Abreu y afectó el tendido eléctrico y estos a su vez causaría un alto voltaje en los improvisados alambres eléctricos que se extendería por todo el callejón de unos 50 metros hasta donde estaban las habitaciones quemadas.

Un equipo de obreros del Ministerio de Obras Públicas limpió todo el lugar incendiado y recogió los escombros. Otro grupo ya midió el terreno y por disposición del ministro, Deligne Ascención, se buscará una solución al problema de los damnificados.

Magaly Padilla, dirigente de la Junta de Vecinos de San Carlos, informó que el ministro Ascensión se sensibilizó con los afectados porque es un funcionario responsable y además, es de ese sector.

Oscar Güilamo Rocha, un inquilino del vecindario, explicó que si hubiese sido de noche el incendio, hubiese habido una tragedia humana, debido a la estrechez y otras condiciones del lugar. Dijo que de 21 viviendas afectadas, 11 fueron destruidas totalmente por las llamas.

Los afectados están viviendo en casas de parientes, vecinos y en pequeños hoteles, sin trastes, alimentos ni ropas y esperan la mano amiga de otras instituciones del Estado que les ayuden a pasar por la actual situación.

Esther Ramírez es una inquilina y vivía junto a su pareja y dos hijos en un cuartucho, dice que ahora está pagando un hotel y cuando no tenga con qué pagar dormirá en una iglesia del sector.

Solicitan la presencia del Plan Social de la Presidencia y de los Comedores Económicos para que los apoyen porque no tienen comida, ropas ni camas.