La ciudad de Santiago se ha convertido en un basurero

Alcalde dice que dejará como “legado” una recicladora

La basura se apodera de las calles y las avenidas de la ciudad.

SANTIAGO. A ocho días de que asuman nuevas autoridades municipales, la ciudad de Santiago luce llena de desperdicios hogareños, industriales y de toda índole, mientras el Ayuntamiento no ofrece ninguna explicación a los ciudadanos.

Los vertederos improvisados se encuentran por doquier, en el centro de la ciudad, en los barrios, en las urbanizaciones, en calles y y principales avenidas.

“Esta ciudad parece como una de las tantas comunidades abandonas del viejo oeste americano”, comentó Juan Santana, residente en el Ensanche Libertad.

Igual situación se observa en El Congo, Pueblo Nuevo, Ensanche Bermúdez, Pekín, Los Jazmines, Bella Vista, Reparto Peralta, La Lotería, avenidas 27 de Febrero, Salvador Sadhalá, Circunvalación y Circunvalación Norte.

En ocasiones se observan algunos camiones recolectores de basura de las dos empresas privadas que tienen contrato con el cabildo, pero no se han vuelto a ver los camiones del gobierno municipal.

María Altagracia Santos, residente en el Ensanche Libertad, denunció que por la calles nueve y 11 de ese sector tienen más de 15 días que no van a retirar los desperdicios.

Planta recicladora

Ante la situación, el alcalde Gilberto Serulle ofreció el pasado jueves un tour a periodistas locales por el Eco-Parque de Rafey, en el que informó que dejará como legado a los santiagueros la planta recicladora de desperdicios más moderna del Caribe y América Latina, con una inversión de 50 millones de dólares. El alcalde dijo que tendrá capacidad para reciclar diariamente unas mil 200 toneladas de basura en su primera etapa, y que luego podrá duplicar esa cantidad. Indicó que cuando esa planta entre en funcionamiento, se resolverán los problemas de contaminación ambiental de la ciudad. Del mismo modo, Serulle informó que podrá recibir toda la basura que producen unos 40 municipios de la región norte.

Pero mientras tanto, las familias santiagueras siguen padeciendo el problema de la acumulación de los desperdicios en las vías públicas y sus consecuencias.