Monjas Siervas de María del Ensanche Naco denuncian males en su entorno

SANTO DOMINGO. Las monjas Siervas de María denuncian las precariedades que padecen cuando llueve, debido a que el agua penetra hasta las instalaciones.

Además de deterioro de las aceras que ya causó la caída de una embarazada al salir del consultorio del lugar, molestan los ruidos causados por negocios instalados en los alrededores.

El entorno del convento de la congregación Siervas de María, en el Ensanche Naco, se ha tornado invivible para las 24 religiosas que habitan en el lugar, debido a que cada vez que llueve, el agua de la calle penetra hasta la capilla y por las malas condiciones de las aceras.

Es que el imbornal de la calle “Siervas de María” está tapado y cuando llueve el agua entra al patio, como explica Sor Gladys, madre superiora del convento.

“Cuando llueve mucho, yo o cualquiera de las hermanas tiene que levantarse a la 1:00 o las 2:00 de la mañana a destapar un filtrante que tuvimos que hacer para que el agua no siga entrando”, explica.

Informó que han enviado cartas al alcalde David Collado para que ordene la solución del problema, pero se han quedado esperando la respuesta.

Otro problema que tienen es la mala condición de la acera y que por esa causa una embarazada se cayó y perdió su hijo. La edificación está ubicada en la calle Gustavo Mejía Ricart, con Siervas de María y Padre Fantino Falco.

Además del deterioro de las aceras, cuya construcción data desde la época de Trujillo, otro problema que tienen es que los visitantes de los diversos establecimientos de comida y bebida que hay en sus alrededores suben sus vehículos en la calzada y obstaculizan el paso peatonal y hasta la entrada del convento.

Indicó que han hablado con los propietarios de negocios y no hacen nada, pero que tampoco hay seguridad policial por el lugar a quien reclamar.

Informó que los borrachos chocan con frecuencia las paredes que cubre el convento y son ellas las que tienen que pagar para repararlas.