Video | Isletas de la capital se han convertido en refugio de vagabundos; lucen abandonadas

Pedigüeños, vagabundos, antisociales y enfermos mentales habitan las isletas de las céntricas avenidas

Las isletas de las avenidas John F. Kennedy y 27 de Febrero lucen arrabalizadas y abandonadas mostrando suciedad, verjas ciclónicas rotas y despegadas, y en su interior, habitan indigentes y antisociales que sobreviven en esos espacios públicos.

Las dos isletas exhiben sus entornos y espacios internos llenos de basura, escombros, galones plásticos, cubetas, retazos de tela, botellas de refrescos y agua, latas pequeñas y grandes, bolsas plásticas, fundas de papel, trozos de sillas, mesas y muebles deshuesados.

Esta primera isleta, ubicada en la principal arteria comercial del país, es paralela a la avenida doctor Delgado que atraviesa el sector de San Juan Bosco; igual, conecta con la calle Barahona, Juan de Morfa, Tunti Cáceres, Teniente Amado, Yolanda Guzmán, José Martí, Juana Saltitopa, Doctor Betances y Josefa Brea, conformando el populoso Villa Consuelo.

Se pudieron apreciar además negocios improvisados como paradas de transporte, juego de barajas, y dominó.

En ese orden, la segunda isleta está localizada en la avenida John F. Kennedy donde se exhibe sus espacios con menor cantidad de desechos sólidos pero en igual magnitud luce olvidada y es también un espacio propicio para la delincuencia, por tratarse de una zona de gran tráfico de vehículos, sin embargo, de menos flujo peatonal.

Retazos de tela, cartones, metales, latas, cubetas y plásticos son vertidos en la isleta de la 27 de Febrero casi doctor Betances. Por (Diario Libre/Eddy Vittini)
La isleta de la 27 de Febrero con Juana Saltitopa luce como un exhibidor de tapizado y decoración. Por (Diario Libre/Eddy Vittini)
La isleta de la 27 de Febrero sirve de vitrina a comerciantes improvisados, sobre todo, nacionales haitianos. Por (Diario Libre/Eddy Vittini)

En todo su corredor se aprecia el desmoronamiento de los muros, desgarre de pintura, las esquinas llenas de orina y todo desecho humano expulsado, ya que, sirve de refugio para personas que se hacinan por las noches con sus ropas y algunas pertenencias, dentro de condiciones infrahumanas propias del deterioro de la céntrica zona, que ha sido maltratada por los indigentes, aventureros y ciudadaníaa irresponsable.

Es oportuno ponen en valor lo llamativo del ‘Bulevar de la 27’ que recibió al visitante, al turista o ciudadano de a pie con su imponente reloj antiguo en imitación de la Torre Eiffel de París con música de algunos bares y una cafetería de comida rápida y picaderas que funcionó para las masas en los fines de semana.

En la actualidad, su belleza y exclusividad metropolitana descansa en la desidia de las autoridades y el envejecimiento de resoluciones y leyes que buscaron en una pasada gestión de alcaldía, amparar las isletas con un padrinazgo responsable y de sostenibilidad urbana que promovía poner en valor el cuidado del medioambiente, la movilidad de a pie y la recreación citadina.

Apadrinamiento de isletas

En tiempos pasados, se mantenía la labor de apadrinar espacios públicos como las isletas, a fin de las empresas e instituciones garantizar el mantenimiento y embellecimiento de las áreas verdes, los andenes y paseos ubicados en las céntricas avenidas de la ciudad y de las provincias a nivel nacional.