De ver K-dramas a estudiar en Corea

Diario Libre visitó Corea del Sur para participar en el Kocis International Press Invitation Program y conversó con una representación de la pequeña comunidad dominicana

Entre los 51.7 millones de personas que habitan Corea del Sur hay una pequeña comunidad de dominicanos que la Embajada quisqueyana en este país estima que no sobrepasa los 80 individuos. De estos, la vasta mayoría llegó a la nación para cursar estudios universitarios, entre los que hay quienes han preferido instalar su residencia en el territorio asiático.

“Permanentemente hay dominicanos estudiando en Corea, gracias a las becas que ofrece Koica”, dice a Diario Libre el embajador dominicano en Corea del Sur, Federico Cuello. “Unos pocos se han quedado y trabajan con gran éxito en el mundo de los negocios”.  

“Salvo uno que otro caso de casos de problemas conyugales -agrega-, en general son vistos como lo que somos, dentro y fuera del país: gente alegre, que le encanta disfrutar y llevarse bien con todos, trabajando duro sin dejar de pasarla bien”.

Cuello comenta que “las universidades coreanas son tan buenas como las británicas, pero su fama quizás todavía no está a la altura de la calidad que ofrecen”. Informa que el año pasado firmó el primer acuerdo de becas con la escuela de negocios de Seúl y la meta es arribar a más convenidos para el beneficio de los dominicanos.  

Jong-uk Choi, director general de la Oficina de Asuntos de América Latina y el Caribe de la Cancillería surcoreana, indica a Diario Libre que, de todas partes del mundo prestan interés a las oportunidades académicas en Corea del Sur, y espera que se incremente entre los dominicanos.  

Las universidades coreanas convocan anualmente a becas y el Gobierno también tiene el Korean Government Scholarship Program (KGSP). Diario Libre conversó con seis jóvenes dominicanas que aprovecharon esta oportunidad. Tienen en común que su afición por los dramas televisivos coreanos (K-dramas) o la música (K-pop) las motivó a conocer el país que veían recrear idílicamente en estas producciones.  

*Por su extensión, Diario Libre editó las entrevistas.

Kathleen Hernández | 31 años, de Bonao

Tengo seis años en Corea. Hice mi programa de idiomas un año y luego, en 2017-2019, una maestría en Comunicación (en Kyungsung University). Desde que me gustaron los dramas y la música quería saber por mis propios medios qué decían las letras, cuál era el significado de las canciones, y por eso me animé a estudiar coreano estando en República Dominicana. Cuando llegué a Corea dominaba un nivel básico de coreano, para preguntar cuánto cuesta esto o dónde está el baño.

Cuando llegué me chocó culturalmente la comida, porque nosotros no tenemos comida picante en República Dominicana. Recuerdo que la primera comida que intenté comer -porque la veía mucho en los dramas y me daba curiosidad el sabor- era tteokbokki (un popular aperitivo hecho de pastel de arroz). Al primer momento que intenté comerlo no lo pude comer (por el picante).

En mis seis años aquí creo que una sola vez me sentí discriminada, y fue que fui al salón y la persona no sabía cómo manejar mi cabello, y la forma en que me dijeron: yo no trato este tipo de cabello, para mí fue muy doloroso en ese momento. 

Aquí hago la publicidad y márquetin en la empresa en que estoy trabajando, una empresa de tecnología; en coreano.

Lo que más me gusta de Corea del Sur es la seguridad, uno se siente libre de salir sin temor a que algo me vaya a pasar en la calle, y lo que menos me gusta, quizás es la mucha jerarquía que hay dentro del ambiente laboral; eso crea cierta lejanía. No todo es color de rosas.

Los coreanos tienen muestras de afecto distinta a los dominicanos, nosotros somos más de contacto físico. Entonces ese tipo de cosas con el tiempo hace falta, y cuando uno vuelve a RD, que uno siente ese calorcito de la gente, ¡uno se siente tan genial!

Por el momento me pienso establecer aquí.

*Kathleen participó en un programa de televisión surcoreano en donde cantó en coreano y sorprendió a los jueces. No llegó a la final.

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María Fernández | 26 años, de Santiago

Llegué aquí en medio de la pandemia, en agosto de 2020. No fue la mejor experiencia, al principio, y eso hizo la adaptación un poquito más complicada. Estoy estudiando una maestría en cine y televisión en Seúl. 

Un día, en Netflix descubrí los K-dramas y por ahí comencé. Después, en donde trabajaba me dieron un libro que había escrito un cubano, de cine coreano, y al despertarme el interés (por Corea), lo comencé a leer. En ese momento el cine coreano hizo un boom, sobre todo por películas que llegaron a muchos festivales internacionales, y comencé también a interesarme en el cine, y dije: el cine del futuro está en Corea. Estudio en Kookmin University. 

Comencé a principio de 2020 a estudiar coreano en línea, pero llegué con un nivel muy básico del idioma a Corea del Sur. 

Me visualizo aquí un tiempo, pero también quisiera experimentar vivir en otros países; pero quisiera desarrollar cierta experiencia laboral aquí, si se me da la oportunidad. 

Cuando visité República Dominicana, cuando llamaba al banco me decían: tiene que venir y firmar, en persona; aquí esos procesos administrativos se los simplifican más al coreano. Aquí el orden es número uno; si vas en una escalera eléctrica, la gente que va lento se pone del lado derecho, la gente que va rápido sube del lado izquierdo.

La Corea que veía en los K-dramas y la real se parece y no se parece. En cuanto a la belleza y la cultura coreana, aquí se puede vivir al 200 por ciento; verlo en la tv es totalmente diferente. Cuando tu llegas aquí, que tú dices: ¡wao!, ¡qué bello! Ahora bien, no todo es color de rosa, aquí también te choca. Aquí hay que pasar trabajo, hay que estudiar, hay que saber mantenerse, buscársela… y, sobre todo, la barrera del idioma, que lamentablemente es muy fuerte.

Para alguien que quiera venir a estudiar, mi primera sugerencia es salir un poco del K-drama, y tal vez hablar con alguien que viva aquí y preguntar cómo es.

Lo que más extraño de República Dominicana es la comida. Los ingredientes se pueden encontrar, pero no es tan fácil o tan barato. Y sobre todo el sentir dominicano, el escuchar un merengue, una bachata. Y la camaradería dominicana.

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Shiny Abbott | 29 años, de Santo Domingo

Tuve una amiga que hizo su maestría aquí y había conocido su experiencia, y a partir de eso me motivó. Estoy aquí desde 2017. 

Sabía muy poquito del idioma porque ya había venido anteriormente a estudiarlo, pero la experiencia no había sido la mejor, y le di una oportunidad porque gané una beca para hacer mi maestría de comunicación en diseño visual en Seoul National University of Science and Technology. Ya me gradué. Ahora mismo estoy trabajando en una “startup” sobre “traveling content”. 

No es que sepa el idioma 100 por ciento, pero duré un año, porque la beca me dio la oportunidad de estudiarlo, más porque tenía que pasar un examen. Pero un año es suficiente para aprender lo que es esencial para estar aquí en Corea.

Hay coreanos que tienen predisposiciones en la cabeza; creen que todos los latinos, las personas dominicanas, somos de piel muy oscura, y se impresionan cuando las personas no somos tan oscuras de Latinoamérica. 

Es una limitante cuando tú no sabes qué dirección vas a tomar en Corea; si tienes una dirección clara de lo que vas a hacer, la limitante no va a ser tan chocante, pero si estás tirando a la suerte no va a ser fácil. 

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Lucero Ducos | 28 años, de Santiago

Me encontraba en España terminando mi primera maestría y tenía una amiga que se estaba interesando por la cultura coreana. Tengo un canal de YouTube y en este hablo sobre mi vida, y desde ahí comenzamos a hacer reacciones sobre la música coreana. Muchas personas sabían que estaba terminando mi maestría en España y me dijeron: ahora que estás interesada en este mundo del K-pop y la ola hallyu (ola coreana), ¿por qué no intentarías conseguir una beca en Corea? Tan pronto llegué a República Dominicana se abrió la convocatoria de la KGSP, que la mayoría tenemos, y apliqué y gané.

La beca tiene esa gran oportunidad de poder estudiar el idioma por un año, así que todos pasamos por esa luchita de aprender el idioma en un año. No fue fácil.

Estoy aquí desde 2019, estudiando Comercio Internacional (a mediados de agosto es la graduación). Trabajo en una “startup” de maquillaje, y me encargo de todo lo que tiene que ver con “international sales” y márquetin. Todo lo que ellos hacen con relación a ventas en otros mercados como Estados Unidos, Europa, soy la que me encargo de eso.  

Pienso que se ha terminado un ciclo. Fue una experiencia muy positiva, pero quiero seguir en otra etapa de mi vida para establecerme en otro lugar. Me gustaría volver a Europa. Diría que Corea es un lugar muy maravilloso, te ofrece muchas oportunidades, pero diría que, en lo personal, siento que no me veo a futuro aquí. No sé si ser extranjero a largo plazo, como establecer una vida completa, es lo ideal, por lo menos para mí. O sea, veo Corea excelente para venir a aprender, para pasear, para viajar, pero a largo siento que tienes que estar muy seguro de que quieres estar aquí y tienes que tener cosas que te aten.

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Melissa Cedeño | 23 años, de Santo Domingo

Llegué a Corea con la beca KGSP para hacer mi carrera universitaria de cuatro años; estoy aquí desde 2017. Primero, estudiamos coreano un año, y después vamos a la carrera universitaria. En mi caso estudié Negocios Internacionales y me gradué recientemente en febrero. 

Trabajo como modelo y actriz. Comencé mi carrera hace pocos meses, pero estoy trabajando en algunos proyectos y recientemente grabé un comercial para LG. Todavía no ha salido. Lo que últimamente estoy haciendo es aparecer como extra en dramas y películas que están ambientados en el extranjero.

Conocía la cultura de la música y los dramas, y también había visto que otra dominicana había subido una carta como de felicitación del Gobierno coreano, que se había ganado la beca. Y ahí fue que por primera vez descubrí la oportunidad y pregunté.

Desde pequeña le decía a mi familia que me veía en el extranjero, como que yo siempre quise un poco más. Nunca me he sentido con el sueño americano, por el momento. Yo veía que mucha gente a mi alrededor se iba a Estados Unidos, pero yo quería algo diferente, y ahí me enteré sobre Corea y la beca. 

Cuando estaba en RD estudié un poco coreano en la UASD, y cuando llegué aquí fue un año "full" del idioma y más o menos se me hizo fácil.

Por el momento sí me veo viviendo acá; me encanta, me siento segura, me siento bien. En mi trabajo veo oportunidad, porque uno como que es exótico aquí, y para cualquier drama, película, siempre buscan extranjeros. Lo que hay que saber es tener unos contactos, tener buenas recomendaciones. En mi caso, estar actualizándote con fotos y mandándoselas a las agencias.

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Verónica Hernández | 30 años, de Santo Domingo

Desde mis años en el bachillerato siempre tuve gran interés hacia el entretenimiento coreano, por lo que siempre tenía el sueño de visitar Corea. En 2014, tuve la oportunidad de aplicar y ganarme una beca de estudios del Gobierno. Desde entonces me he adaptado bien a la cultura coreana y también he tenido buenas oportunidades de empleo, lo que me motivó a tomar la decisión de radicarme.

Aprender a escribir y a leer en coreano se aprende en dos semanas, pero ya cuando comienzan a explicar la gramática es cuando se complica. Aún cuando tomé clases durante un año y medio, considero que tengo un nivel intermedio; para llegar a un nivel avanzado se necesita mucha práctica.   

Trabajo en una compañía coreana que fabrica y comercializa sus productos a nivel internacional en el área de negocios y mercadeo. Logré este empleo ya que tenía experiencia en mercadeo hacia Latinoamérica. Gracias a mi incorporación en la empresa hemos logrado abrir en varios mercados en Latinoamérica.

Creo el costo de vida versus los ingresos es justo. Lamentablemente en los últimos años, en especial la capital, Seúl, los precios de las viviendas han aumentado de forma que se hace difícil adquirir una vivienda propia. Lo positivo es que el Gobierno tiene programas de ayuda, en especial para las parejas de recién casados. 

Si bien es cierto que mi esposo es coreano, vivió en República Dominicana por más de 11 años, lo que hace que tenga en su corazón su parte dominicana. Durante todo ese tiempo sus padres continuaron su vida aquí en Corea, por lo que para ellos la cultura dominicana les es desconocida. Es común escuchar que los coreanos son fríos o que no le gustan los extranjeros, pero en mi caso la familia de mi esposo es muy cariñosa y me han integrado.

Como pocos países en el mundo, Corea ofrece becas con todo pago para estudiar en sus universidades, desde pregrado hasta posgrado. Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de recibir educación superior en un país tan reconocido por su calidad en la educación. 

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Diario Libre visitó Corea del Sur como medio seleccionado para participar en el Kocis International Press Invitation Program, organizado por el Korean Culture and Information Service (Kocis) del Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo del Gobierno surcoreano

 

Editora de Economía y docente de periodismo. Se ha especializado en periodismo de investigación, multimedia y de datos.