El día que vivimos en peligro: Migs sobre PP

Un episodio poco conocido casi envuelve a la República Dominicana en la guerra fría

Un escuadrón de cazas MiGs 21, similar a los que aparecen en la foto, fue de los que sobrevolaron Puerto Plata.
Santo Domingo. A casi 30 años de que aviones de guerra cubanos sobrevolaran el territorio de la República Dominicana, haciendo vuelos rasantes sobre la ciudad de Puerto Plata, el episodio, que pudo haber envuelto a nuestro país en un episodio de la guerra fría, es poco recordado.

La página oficial de internet de la Aviación Cubana se hace eco del incidente diplomático que pudo generar un conflicto bélico entre ambos países.

Los detalles del "ataque", que también son reproducidos por el portal militar no oficial "Fuerzas Militares Dominicanas", dan cuenta de que el paso de los aviones, unos 12 en total, del tipo MiG-21, en septiembre del 1977, se trató de una presión o advertencia de parte del gobierno de Fidel Castro, para que el entonces presidente Joaquín Balaguer dispusiera la liberación de un buque pesquero cubano, que había sido apresado en aguas territoriales dominicanas, próximo a La Isabela, en Puerto Plata.

El reportaje, publicado bajo la firma de Rubén Urribarres, narra las gestiones del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba, tanto para liberar a sus compatriotas como para seleccionar al grupo de experimentados pilotos que harían la operación.

Aunque el apresamiento y posterior liberación del buque cubano, con sus 26 tripulantes se dio a conocer entonces, el paso de los MiG se mantuvo en total hermetismo por parte de las autoridades dominicanas, pasando casi desapercibido para la mayoría de los dominicanos.

El Gobierno de entonces no se refirió al tema hasta casi 13 años después, cuando en declaraciones ofrecidas en Jimaní, el presidente Joaquín Balaguer confirmó la presencia en el país de los MiG.

"Ese fue un incidente que pasó: advertido solamente por la ciudad de Puerto Plata y por las autoridades dominicanas competentes, pero no trascendió, no dio lugar a ninguna queja nuestra, simplemente se ignoró", declaró Balaguer en marzo de 1990, según una publicación del periódico Ultima Hora (16/03/1990).

El hoy extinto caudillo del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) dijo además que una vez se le informó sobre los vuelos, recomendó a sus subalternos abstenerse de ninguna acción "y todo se desvaneció". "No hubo ninguna representación de parte de Cuba y no hubo ninguna representación de parte de la República Dominicana", dijo.

Hermetismo

El hermetismo que rodeó aquel vuelo de los MiG, es confirmado por el historiador y político Euclides Gutiérrez Félix: "No hubo una información, a mi me llamaron algunos amigos de la zona y me dijeron que vieron los aviones, pero nunca se dio una noticia oficial de eso". Gutiérrez Félix era en 1977 el presidente fundador del Comité Dominicano Amigos de Cuba, y recuerda que ese mismo año viajó a ese país para hacer entrega de algunos obsequios al Gobierno cubano.

"No se tocó el tema porque no había ninguna información oficial, sino rumores y ni los cubanos hablaron de eso, ni nosotros; y fuimos a Cuba autorizados por el Gobierno de Balaguer". Agrega que lo único que se supo para la fecha era la existencia de un barco de pesca cubano que fue dejado en libertad.

En efecto, los periódicos de la época se hacen eco del informe oficial anunciando la liberación del barco cubano Jorge Picó.

El periódico Última Hora (edición del 5/9/1977) recoge las declaraciones del jefe de la Marina de Guerra, el contralmirante Francisco Javier Rivera Caminero, que decían que se dispuso la liberación del barco tras establecer una situación regular en su travesía y que "no hubo violación de aguas jurisdiccionales".

La versión dominicana

En sus declaraciones Rivera Caminero indicaba que el barco y sus 26 tripulantes habían sido avistados en horas de la tarde del día anterior por guardacostas próximo a Castillo, La Isabela, y que al no obtemperar a la orden de detención, un avión de vigilancia debió hacerle algunos disparos para intimidarlo.

Declaró además que la tripulación, capitaneada por Julio Negrin Becerra, fue sometida a un interrogatorio de rigor, porque los guardacostas creían que se trataba de algún contrabando, ya que cerca de la embarcación había una yola con tres hombres, pero que después se determinó que eran pescadores de la zona.

Pese a la simplicidad que el jefe de la Marina le otorga al hecho, la situación en la zona se tornó muy tensa según se desprenden los titulares de algunos medios de comunicación.

"Acuartelan Militares; Libertan Barco Cubano" fue el titular de primera plana del periódico El Nacional en su edición del día 5, en tanto que el periódico El Sol tituló "Apresan pescadores criollos; situación es tensa".

Ambas crónicas detallan que hubo un gran despliegue de militares y policías en toda la costa norte, incluyendo las provincias de Nagua, San Francisco de Macorís, donde además se había producido el apresamiento de algunos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Además de los movimientos de tropa se realizaron requisas de los vehículos que entraban y salían de la zona según los reportes periodísticos.

Habla Balaguer

En sus declaraciones sobre el tema en 1990, Balaguer define el apresamiento del barco como "una arbitrariedad" de las autoridades militares dominicanas. Sin embargo, dicha arbitrariedad no tuvo culpables conocidos, sino más bien el ascenso, a menos de 15 días después, del jefe de la Marina, que de contralmirante fue ascendido a vicealmirante, rango que también le fue otorgado al entonces canciller, Ramón Emilio Jiménez.

En las próximas entregas, las versiones cubanas.

La historia

A media mañana del q0 de septiembre de 1977, una docena de aviones MiGs a reacción, de la Fuerza Aérea Revolucionaria de Cuba, realizaron vuelos rasantes sobre la ciudad de Puerto Plata para lograr la liberación del buque cubano Jorge Picó detenido días antes por la Marina dominicana.