El país poco preparado ante las amenazas de los deslizamientos de tierra

En el deslizamiento ocurrido en noviembre pasado en Monte Adentro, Salcedo, fueron evacuadas todas las personas que habitaban las diez viviendas que se encontraban en el área de influencia.

Deslizamiento ocurrido en noviembre pasado en Tamboril, provincia Santiago. (Suministrada por el SGN)

SANTO DOMINGO. Entre finales de octubre y principios de diciembre República Dominicana tuvo más de 20 días de lluvia. Durante ese período la saturación de los suelos produjo unos seis deslizamientos de tierra en varios puntos de la región norte. Pero... ¿está el país preparado para enfrentar este fenómeno natural?

Al parecer aún falta educación ciudadana en torno a la prevención y sus efectos, coordinación entre las autoridades, identificación de zonas susceptibles y una señalización que alerte sobre los puntos de riesgos de deslizamientos.

Según explica la ingeniera geóloga María Calzadilla, por lo general en los lugares donde ocurren los deslizamientos, las autoridades solo sellan la franja afectada, pero no dejan un aviso que advierta que es zona de riesgo.

“Si quieres sellar hay que poner una pancarta que diga: Aquí, comienzo de deslizamiento. Tenemos que señalizar. Hay que poner advertencias porque eso es lo que se usa a nivel mundial y nosotros estamos trabajando con Obras Públicas para ver si toman en consideración este tema”, especificó a Diario Libre Calzadilla, quien dirige el Departamento de Geología Ambiental y Aplicada del Servicio Geológico Nacional (SGN).

A pesar de que los deslizamientos representan una amenaza para la vida de las personas próximas a los lugares con mayor susceptibilidad, como las zonas montañosas (cordillera Septentrional, Samaná, Sánchez que es el pueblo más crítico del país, Carlos Díaz, Isabel de Torres y otros), todavía el país no cuenta con las especificaciones de estos lugares.

Apuntes sobre los deslizamientos

Son movimientos ladera abajo de una masa de suelo o roca cuyo desplazamiento ocurre predominantemente a lo largo de una superficie de falla. Pueden ser traslacional y rotacional, el primero, es cuando el material se desliza a través de toda la superficie en completo. El segundo, el más común, es la inclinación del cuerpo hacia el escarpe.

Conforme a la ingeniera Calzadilla el agua es el disparador número uno de los movimientos de masas y le sigue la tectónica, que es la relación de todas las estructuras.

“La naturaleza tiene estructuras creadas propias y qué hace el hombre, viene y construye encima de ella, sino considera el sistema estructural abajo sabe que su obra arriba va a estar en peligro y va a colapsar”, agregó.