Iglesia Católica pide al Congreso que no despenalice el aborto

Monseñor Masalles dijo a los senadores que están de acuerdo con el Código Penal aprobado por los diputados

Monseñor Víctor Emilio Masalles Pérez. (Diario Libre/ Archivo/ Pedro Jaime Fernández)

SANTO DOMINGO. La Iglesia católica volvió a pedir en el Congreso Nacional que no apruebe despenalizar el aborto para los casos de violación, incesto o malformación congénita en el proyecto de ley que modificaría el Código Penal.

Monseñor Víctor Masalles hizo una exposición y llevó un documento a la comisión de Justicia y Derechos Humanos del Senado, apoderada del estudio de esa iniciativa.

Precisó que las causales que fundamentan la petición de despenalizar el aborto tienen muy poca incidencia en la población dominicana.

“En este país las mujeres que acuden a un aborto normalmente no son por las esas tres causales y eso lo sabemos muy bien”, indicó.

Manifestó que la Iglesia católica esta muy preocupada porque los que han pedido al Senado que se introduzca la despenalización del embarazo para esas tres causales, lo que representa menos del 1 por ciento de los casos, lo que pretenden es disminuir la gravedad de lo que sería aprobar el aborto directo.

Escucharán a los evangélicos

En tanto, el presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Senado, Arístides Victoria Yeb, informó que la próxima semana escucharán las opiniones sobre el tema de un sector de la Iglesia evangélica.

Indicó que dicha comitiva seguirá trabajando para rendirle un informe al Pleno.

Petición de las feministas

Los senadores escucharon la semana pasada a representantes de Coalición por los Derechos y por la Vida de las Mujeres, que agrupa a 84 organizaciones, quienes pidieron que se reintroduzca un párrafo que fue eliminado en la Cámara de Diputados para eliminar las penas para la interrupción del embarazo para los casos de violación, incesto o malformaciones congénitas.

Dicho párafo reza: “No será punible la interrupción del embarazo cuando sea practicado por personal médico especializado, en centros o establecimientos de salud, públicos o privados, en los casos en que peligre la vida de la gestante, cuando ésta ha sido víctima de violación o incesto, o cuando el embrión o feto presente malformaciones incompatibles con la vida”.

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