Campaña anti-delincuencia deja decenas de muertos en Venezuela

SAN ANTONIO ,Venezuela. Integrantes del ejército venezolano inspeccionan un vehículo en las inmediaciones de la Aduana Principal fronteriuela: Campaña anti-delincuencia deja decenas de muertos a entre Colombia y Venezuela hoy, domingo 30 de agosto de 2015, en la ciudad de San Antonio (Venezuela). (EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ)

MARACAY, Venezuela.Los trabajadores de una zona industrial permanecieron escondidos durante horas en baños y armarios hasta que cesaron los disparos. El último de cuatro asaltantes, un hombre ligeramente fornido que llevaba botas amarillas de caucho, se rindió en la azotea y gritó: “¡Cristo salva!”.

La policía lo subió a un camión y comenzó a retirarse. Sin embargo, los testigos observaron desconcertados cómo el vehículo regresó.

En un vídeo que grabó en secreto un testigo ese día lluvioso de principios de agosto se ve a un grupo de policías que conducen al hombre a un callejón con paredes de concreto en el que tres compañeros del detenido yacían muertos. Los policías lo sujetaban para que no escapara y después le dispararon a quemarropa.

En el vídeo no se ve el momento de la muerte de los otros supuestos ladrones, pero dos testigos dijeron a The Associated Press que antes, en la mañana, los agentes tenían a los tres hombres colocados en hilera frente a una pared mientras les apuntaban al pecho con pistolas.

Las ejecuciones suscitaron nuevas preocupaciones en torno a una iniciativa de lucha contra la delincuencia emprendida a mediados de este año con el objetivo de recuperar el control de vecindarios dominados por grupos delictivos.

El programa puesto en marcha en julio ha generado la muerte de más de 80 supuestos delincuentes en el último mes y medio, según un conteo de la AP basado en comunicados oficiales entregados a la prensa. Las autoridades no han informado de muertos ni heridos entre la policía durante las operaciones efectuadas sin previo aviso.

Ejecuciones

Marion Conoropo, ex agente en Maracay y prima de Humberto Conoropo, uno de los agentes acusados de las ejecuciones del cinco de agosto, dijo que los policías no reciben una paga justa y carecen de la protección adecuada, pero se les presiona para que presenten resultados.

“Hay que entender que hay mucha presión. Lo único que entienden aquí es la mano dura”, agregó.

El mismo día que el video de Maracay fue filtrado al periódico del sur de Florida, hombres atacaron con armas automáticas una estación de policía cercana al lugar donde ocurrieron las ejecuciones. Los agresores mataron a un agente e hirieron a dos en el ataque en lo que numerosas personas del lugar creen fue un acto de represalia.

Las marcas de los impactos de las balas continúan en las paredes blancas de la estación de policía, donde los restos de un camión de la policía cuyos vidrios fueron destruidos por los disparos obstruyen la entrada.

Los trabajadores en la zona industrial fueron renuentes a condenar las ejecuciones de los cuatro supuestos asaltantes, aun cuando tuvieron que limpiar los manchones de sangre que quedaron sobre el cemento y la pintura alrededor de los huecos que dejaron las balas más o menos a la altura del pecho.

Dijeron que los asaltantes los han robado durante años a pesar de las cercas eléctricas, las cámaras de vigilancia y los pagos semanales que le hacen a una pandilla delictiva y a la policía para que los protejan.

Andrés de la Cruz, que dice que vio que la policía le apuntaba sus pistolas contra tres hombres puestos en fila contra una pared de concreto, dice que aún está tratando de olvidar esa mañana de pesadilla. Sin embargo, dijo que estaba contento pues desde entonces no hay robos.