Dominicanos en EEUU: “Ahora más que nunca anden por el librito”

En los Estados Unidos residen más de 1.4 millones de personas de origen dominicano

La gente se congrega para participar en una manifestación contra el racismo, el lunes 15 de enero de 2018, en Times Square en Nueva York. (EFE)

SANTO DOMINGO. Ahora más que nunca los dominicanos que residen en los Estados Unidos deben andar “por el librito”, afirma la abogada especialista en temas migratorios Karina Pérez. Ella hace el comentario en el contexto de las políticas de migración que está decidiendo el gobierno de Donald Trump.

Prohibir la entrada a los Estados Unidos a nacionales de ocho países de mayoría musulmana, reducir las admisiones de refugiados al nivel más bajo desde que se creó el programa de reasentamiento en 1980 y anular el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), son algunas de esas medidas que alcanzan a la población migrante.

Datos censales de los Estados Unidos estiman que en ese país viven más de 1.4 millones de personas de origen dominicano. Estos residen en una nación dirigida por una administración que entre sus políticas ha priorizado el tema migratorio.

“Cuando México envía a su gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que traen drogas, crimen y son violadores”, aseguró Trump en un discurso de lanzamiento de su candidatura para las primarias del Partido Republicano. La declaración, dada en 2015, puso de manifiesto la postura de lo que sería su futuro gobierno.

Medios estadounidenses reportaron que el mandatario, en el contexto de un proyecto legislativo sobre migración que incluiría protecciones para personas de Haití y algunas naciones africanas, demandó en una reunión realizada hace unos días con legisladores, el saber por qué su nación debería aceptar a personas de “países de mierda” en vez de a gente de Noruega.

Posteriormente en un tuit el presidente indicó: “El lenguaje que usé en la reunión de DACA fue duro, pero esas no fueron las palabras usadas”.

Haití fuera de la gracia

Tras el devastador terremoto que afectó a Haití el 12 de enero de 2010, ese país se sumó a la lista de beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) del gobierno de los Estados Unidos.

El 20 de noviembre del año pasado, la secretaria de Seguridad Nacional en Funciones, Elaine Duke, anunció la conclusión de esa gracia para Haití con una fecha de vigencia retrasada de 18 meses para permitir una transición ordenada antes de que finalice la designación el 22 de julio de 2019.

¿Cómo repercutiría en la República Dominicana la anulación del TPS para los ciudadanos haitianos?

INM: No debe tener ningún impacto directo en la República Dominicana, en la medida que el Estado Dominicano continúe implementando medidas de control y ordenamiento de las entradas al país. También, hay que tomar en cuenta que muchos de los beneficiarios de este TPS pueden, si así lo desea y califican, obtener un cambio de estatus migratorio en los Estados Unidos como residentes permanentes.

Karina Pérez: El TPS no se terminó sólo para Haití, sino para varios países más. Eso es solo una demostración de lo que esta administración del presidente Trump es capaz de hacer, de la gran ola anti-inmigrante que sacude a ese país. Nosotros tenemos que estar vigilantes de los acontecimientos, porque las deportaciones con toda seguridad van a aumentar. Ojalá que esas personas que llegan deportadas hayan tenido problemas menores, porque no queremos la importación de modelos de delincuencia en nuestro país.

Otra política migratoria del gobierno de Trump es la reversión del declive en las detenciones de inmigrantes no autorizados en el interior de los Estados Unidos que ocurrieron durante los últimos dos años de la administración Obama.

Diario Libre hizo más preguntas a la doctora Pérez.

De las medidas migratorias que se han venido anunciando en el presente gobierno de Trump, ¿cuáles se pueden considerar beneficiosas para los dominicanos residentes o no?

Ninguna. Las políticas ahora mismo son tales que hasta lo que les pertenece por ley a los inmigrantes legales está en peligro.

¿Cuáles los perjudicarían?

De manera general, quizás el daño más grande que se le está haciendo a los aplicantes es dificultar los trámites legales a los que tienen derecho. Todo lo que se está haciendo ahora es eliminando las facultades discrecionales que existen, que fueron concedidas por administraciones anteriores. Por otro lado, se está tratando de pasar legislación que cambie el esquema de beneficios, lo cual no se ha hecho de manera íntegra desde el 1986.

¿Emigrar a los Estados Unidos en esta administración de Trump es una decisión correcta?

La pregunta: ¿es inteligente irse ahora? Eso depende de las circunstancias personales. Hay que estar preparado para la discriminación. Lo que está pasando en los Estados Unidos es un retroceso para el mundo, porque aunque ese país tiene virtudes y defectos, solo en un país como ese llega un presidente de color a la Casa Blanca -para hacer realidad el sueño de Martin Luther King (I had a dream), muestra de tolerancia inequívoca- y sólo en ese país un perro rescatado se pasea por la Casa Congresional como mascota de un representante o senador. Es indudable que los Estados Unidos es líder, no sé si del mundo libre, pero definitivamente sus acciones marcan un camino a seguir.

Y si ya se vive en los Estados Unidos, ¿qué usted recomienda?

Que no se equivoque, que ahora más que nunca ande por el librito, que rece, y que le pida a Dios que esto no dure más de cuatro años.

A aquellos que están en ese país con visa de trabajo, ¿qué recomendación especial les da?

Que recuerden que las renovaciones ya no son automáticas, que están sujetas a verificaciones de toda índole y posiblemente, que tendrán que asistir a una nueva entrevista.