Ecuador: Sindicalistas protestan y el gobierno busca diálogo

La policía montada cruza una barricada mientras persigue a manifestantes durante una protesta contra el presidente Lenín Moreno y sus políticas económicas en Quito, Ecuador, el miércoles 9 de octubre de 2019. (AP Foto/Fernando Vergara)

QUITO (AP) — Los principales gremios de sindicalistas se sumaron el miércoles a las protestas contra las reformas económicas impulsadas por el gobierno del presidente Lenín Moreno en Ecuador, mientras que las autoridades comenzaron a buscar acercamientos con algunas de las partes luego de una semana de marchas y bloqueos.

Los trabajadores marcharon en Quito en una jornada en la que grupos de encapuchados atacaron a efectivos policiales que permanecían tras mallas metálicas. Por su parte, indígenas caminaron pacíficamente por el centro histórico capitalino.

La ministra del Interior, María Paula Romo, confirmó en rueda de prensa que nadie ha fallecido durante las protestas. Hay 86 policías heridos, 714 personas detenidas por actos de violencia y otras 360 que han recibido atención médica, muchas de ellas por aspirar gases lacrimógenos, agregó.

El gobierno de Moreno enfrenta duras tensiones desde que adoptó varias medidas para enfrentar las dificultades económicas del país, entre ellas la suspensión de los subsidios a los combustibles.

Los desmanes han causado que la empresa estatal Petroecuador reduzca casi un tercio de su producción de petróleo, de 560.000 barriles diarios, debido a la toma de instalaciones petrolíferas por parte de manifestantes, mientras que la demanda de combustibles en el sector automotriz ha bajado un 30%, generando pérdidas diarias por 3,4 millones de dólares, informó el Ministerio de Energía.

Moreno anunció en Twitter que los diálogos ya han comenzado y “empiezan a dar frutos”, aunque no dio detalles.

Añadió que recibió el reporte de que las marchas indígenas se desarrollaban en paz.

“Me alegra que hayan separado de sus manifestaciones pacíficas a los elementos perniciosos”, señaló.

El secretario general de la Presidencia, José Briones, dijo en rueda de prensa que iniciaron un incipiente diálogo con los indígenas. Entre los temas a discutir están el desarrollo de sistemas de riego, entrega de tierras, financiamiento y seguro agrícola, refinanciación de deudas, condonación de multas, maquinaria, apoyo técnico y centros de acopio para cultivos.

Las Naciones Unidas y algunas universidades han alentado al gobierno a que dialogue con los diversos grupos que han bloqueado calles y carreteras casi una semana, lo que prácticamente ha paralizado al país.

En las protestas se arrestó a extranjeros, que habrían dicho que recibieron entre 40 y 50 dólares por asistir a la manifestación, informó el vicepresidente Otto Sonnenholzner.

No dio el número total de extranjeros detenidos, ni sus nacionalidades, aunque aclaró que quien “no cumpla con las leyes del país y que ofenda a los ecuatorianos no podrá seguir en Ecuador”.

En tanto, la Cruz Roja anunció la suspensión de la atención durante las protestas debido a la falta de garantías y la continua agresión a socorristas y ambulancias, y advirtió que registra un insuficiente abastecimiento de sangre.

Entre las medidas que tomó el gobierno la semana pasada y que han causado enojo están reformas laborales como la racionalización de los costos de los despidos _el pago de cantidades menos elevadas para poder despedir a alguien_, permitir la contratación por horas o tiempo parcial y establecer salarios mínimos para jóvenes y jornaleros agrícolas, entre otras, las cuales han sido rechazadas por los sindicalistas.

Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores, que convocó a la huelga del miércoles, dijo que las medidas del presidente son “reformas regresivas” e “ilegales”.

En declaraciones a The Associated Press, dijo que “el gobierno premia a los empresarios, a la banca, un paquete donde alza los pasajes. Y el pueblo está indignado, y por ello las huelgas y los paros. Recién ahora buscan dialogar. Todo lo hizo sin participación de los trabajadores”.

Eliminó también un subsidio a los combustibles por 1.300 millones de dólares para equilibrar las finanzas públicas, con lo cual el precio de la gasolina pasó de 1,85 dólares el galón a 2,39, y el diésel de 1,03 a 2,30 dólares.

Pese a las protestas, Moreno dijo la víspera que no ha pensado en renunciar a su cargo, que inició un diálogo con el sector indígena y que no dará marcha atrás.

Un alto dirigente del movimiento indígena Ecuarunari, Carlos Susuzagñay, advirtió que “podemos llegar a un diálogo, siempre y cuando derogue el decreto (de reformas) porque es una medida que afecta a los más pobres, no sólo a los indígenas”.

El mandatario _que laboraba en la ciudad portuaria de Guayaquil tras haber trasladado su gobierno a esa ciudad debido a las tensiones_ llegó a Quito al mediodía para intentar restablecer la normalidad.

En Quito, Guayaquil, Cuenca y otras ciudades se efectuaron marchas de trabajadores e indígenas que rechazaron las medidas del gobierno con gritos y pancartas, aunque también hubo enfrentamientos con uniformados.

Ecuador registra una cifra de desempleo de 4,5%, y de empleo informal _como el de los vendedores callejeros_ de más del 49,6%, entre otras razones por la crisis económica fiscal que ha ralentizado las finanzas del Estado y del aparato productivo privado.

Los problemas comenzaron hace una semana después de que el gobierno anunció las reformas. En un principio los transportistas dejaron sin servicio a las ciudades y sin recorridos interprovinciales, luego los estudiantes tomaron la posta con protestas callejeras, y finalmente se sumaron los indígenas, que bloquearon carreteras y por miles llegaron a la capital en medio de episodios de saqueos, de violencia y de enfrentamientos con la policía.

El mayor opositor de Moreno, su examigo y mentor el expresidente Rafael Correa (2007-2017), pidió adelantar las elecciones e incluso se ha mostrado dispuesto a participar en ellas, aunque no está claro si podrá hacerlo ante la serie de juicios, principalmente por acusaciones de corrupción, que enfrenta.

Para hacer frente a los problemas, Moreno decretó la semana pasada un estado de excepción nacional que restringe derechos ciudadanos. Ese mecanismo se usa con cierta frecuencia en el país, e incluso se aplicó a mediados de año para hacer frente a problemas en las cárceles.

Debido a la agitación que prevalece están suspendidas las actividades en escuelas y universidades.

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