Israel enfrenta una ola de críticas tras el baño de sangre en Gaza

Dos palestinos murieron este martes en enfrentamientos esporádicos y menos numerosos que la víspera.

Manifestante palestinos cargan a una mujer herida durante enfrentamientos el 15 de mayo de 2018, en la frontera con Israel, al este de la Franja de Gaza (Gaza). ( EFE/Mohammed Saber)

GAZA, TERRITORIOS PALESTINOS. Israel recibió este martes una ola de condenas y llamados a una investigación independiente después del baño de sangre del lunes en la Franja de Gaza, donde el lunes murieron casi 60 palestinos por disparos israelíes.

El día después de la jornada más mortífera del conflicto israelí desde 2014, Reino Unido, Alemania, Bélgica y Suiza apoyaron la idea de que se realicen investigaciones, propuesta por el secretario general de la ONU Antonio Guterres desde finales de marzo, cuando comenzó la movilización en Gaza con incidentes violentos.

Sin embargo, Israel vio a su gran aliado estadounidense reafirmarle su firme apoyo en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde defendió la “moderación” israelí frente a los manifestantes.

Israel vivió el lunes un día de celebraciones por la inauguración de la nueva embajada estadounidense en Jerusalén, y el 70º aniversario de su creación, pero este martes enfrentaba una lluvia de reclamos diplomáticos por la crisis en Gaza.

El presidente palestino Mahmud Abas anuncio que llamó a consultas a Hossam Zomlot, representante en Estados Unidos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), afirmó un comunicado.

En una nueva pulseada entre Turquía e Israel, ambos países expulsaron temporalmente a los respectivos representantes diplomáticos a raíz de esta crisis. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan advirtió que la cumbre islámica del viernes sobre los palestinos enviará “un mensaje fuerte al mundo”.

Desde el 30 de marzo la Franja de Gaza es escenario de protestas denominadas “la gran marcha del retorno”, que han dejado 115 palestinos muertos, la gran mayoría por disparos de soldados israelíes. Un soldado israelí resultó herido.

“La gran marcha del retorno” apunta a defender la reivindicación de los palestinos a regresar a las tierras de las que huyeron o fueron expulsados con la creación de Israel en 1948. También denuncia el bloqueo impuesto desde hace más de diez años a la Franja de Gaza por Israel para contener a Hamas.

Decenas de miles de palestinos, hombres, mujeres y niños, participaron en las protestas a lo largo de la frontera. Algunos con la intención de forzar la valla de seguridad israelí.

La mayoría de los gazatíes se mantienen a distancia del alcance de las balas israelíes, pero grupos más violentos desafían a los soldados lanzándoles piedras y artefactos incendiarios.

La “marcha del retorno” debía culminar con la conmemoración de la “Nakba”. Pero la inauguración de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén agravó la delicada situación.

Los israelíes ven en la decisión estadounidense el reconocimiento de una realidad histórica de 3.000 años para el pueblo judío. Los palestinos la consideran como el resultado del posicionamiento a ultranza adoptado por el presidente Trump a favor de los israelíes y supone la negación de sus reivindicaciones sobre Jerusalén.

Israel se apoderó de Jerusalén Este en 1967 y la anexionó. Todo Jerusalén es su capital “eterna” e “indivisible”, afirma. Los palestinos, por su parte, quieren hacer de Jerusalén Este la capital del Estado al que aspiran.

Para la comunidad internacional Jerusalén Este sigue siendo un territorio ocupado.