Trump: patrulla fronteriza y militares en alerta ante caravana de migrantes

“Lamentablemente, parece que la policía y los militares de México son incapaces”, dijo el presidente estadounidense

WASHINGTON, Estados Unidos. El presidente estadounidense dijo este lunes que la caravana de migrantes que avanza hacia la frontera de Estados Unidos con México es una emergencia nacional y afirmó que puso en alerta a las patrullas fronterizas y a los militares.

“Lamentablemente, parece que la policía y los militares de México son incapaces de detener la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Criminales y personas de Medio Oriente no identificadas están mezclados”, dijo Trump en Twitter. “Yo alerté a la patrulla fronteriza y a los militares de que esto constituye una emergencia nacional”, agregó.

Amenaza con recortar ayuda a Centroamérica

El presidente estadounidense dijo este lunes que empezará a cortar la ayuda económica a Guatemala, Honduras y El Salvador, al estimar que fueron incapaces de impedir que una caravana de migrantes partiera de Centroamérica rumbo a Estados Unidos.

Asimismo, indicó que la caravana implica una “emergencia nacional” y puso en alerta a las patrullas fronterizas y a los militares.

“A partir de ahora vamos a empezar a cortar, o reducir sustancialmente, la tremenda cantidad de ayuda externa que habitualmente les damos”, indicó Trump.

Muchos como Flores desistieron de pedir refugio o visa humanitaria, y optaron por cruzar el caudaloso río Suchiate a nado o en precarias balsas.

Poco más de 700 que sí entraron legalmente, según datos oficiales, están alojados en albergues del gobierno que Flores y sus compañeros evitan por miedo a ser deportados.

La AFP intentó entrar al albergue de Tapachula, pero guardias de seguridad prohibieron el paso de la prensa.

Los hondureños partirán este lunes a Huixtla, otra localidad chiapaneca, donde recobrarán fuerzas para seguir su caminata hasta Tijuana o Mexicali, aledañas a Estados Unidos, su destino final a más de 3.000 kilómetros.

El presidente Donald Trump advirtió el domingo que hará todo para “detener la embestida de migrantes ilegales” a su frontera sur. “Esas personas deben primero solicitar asilo en México, y si no lo hacen Estados Unidos los rechazará”, escribió en Twitter.

Pero una segunda caravana de casi un millar de hondureños inició el domingo su travesía a pie desde Guatemala para llegar a la frontera con México, en ruta hacia Estados Unidos.

El trayecto por México puede tomarles un mes, según Rodrigo Abeja, activista de la organización Pueblos Sin Frontera que ha acompañado a varias caravanas.

Ésta ha recorrido más de 700 km desde la hondureña San Pedro Sula, de donde partieron el 13 de octubre. Muchas mujeres con sus bebés y niños conforman el grupo.

“Existe el riesgo de que hagan operativos para detenerlos”, advierte Abeja, quien apunta que México dice cuidar los derechos de los migrantes pero no les facilita un paso seguro por su territorio, al no entregarles visas humanitarias con rapidez.

Los migrantes centroamericanos que se dirigen a los EE. UU. En una gran caravana conversan en el parque central de Tapachula, México, el domingo 21 de octubre de 2018. Por (AP/Moises Castillo)
Los migrantes centroamericanos se dirigen a los Estados Unidos en una gran caravana aferrada a los camiones de los conductores que les ofrecieron viajes gratis, cuando llegan a Tapachula, México. Por (AP/Moises Castillo)
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Los riesgos

El domingo, durante su trayecto a Tapachula, cientos de policías interceptaron a los migrantes para “invitarlos” a abordar camiones y llevarlos a un albergue para iniciar sus solicitudes de refugio o visa. La mayoría rechazó la oferta por temor a que fuera una trampa para regresarlos.

Sin documentos, los migrantes quedan en la clandestinidad a lo largo de miles de kilómetros de camino y a merced de traficantes de personas o drogas que los secuestran o buscan reclutarlos contra su voluntad.

En 2010, un grupo de 72 migrantes de Centro y Sudamérica fueron secuestrados por el cartel de Los Zetas y asesinados porque se negaron a unírseles, según el gobierno. Sus cadáveres fueron hallados en una bodega de Tamaulipas, fronteriza con Estados Unidos, todos con las manos atadas y tiros de gracia.

Mientras tanto, un grupo cada vez más reducido de hondureños permanece varado en el puente fronterizo en Ciudad Hidalgo esperando ingresar legalmente a México, aunque el acceso era a cuentagotas dando prioridad a mujeres y niños.

Del viernes al domingo se han atendido 1.028 solicitudes de refugio en ese paso fronterizo, según el gobierno mexicano.

En el lugar queda poco más de medio millar de migrantes, estimó la AFP, en comparación con los más de 4.000 que llegaron el viernes.