Trump se arriesga a crisis con China al hablar con presidenta de Taiwán

“Interesa cómo EE.UU. vende a Taiwán miles de millones de dólares en equipos militares pero no puedo aceptar una llamada congratulatoria”, se defendió en un tuit.

El presidente electo estadounidense, Donald Trump, habla el jueves 1 de diciembre de 2016, durante el evento Donald Trump Thank You Tour 2016, en el US Bank Arena de Cincinati, Ohio. (EFE/Mark Lyons)

NUEVA YORK. El presidente electo Donald Trump rompió décadas de cauta política estadounidense este viernes al hablar con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a riesgo de provocar una seria controversia con China.

“Durante la conversación, ellos mencionaron los estrechos lazos económicos, políticos y de seguridad” entre Taiwán y Estados Unidos, indicó el equipo de transición de Trump en una minuta del diálogo.

“El presidente electo Trump también congratuló a la presidenta Tsai por convertirse en presidenta de Taiwán este año”, agregó.

No quedó inmediatamente claro qué parte inició la conversación telefónica, una de las varias que Trump ha estado realizando con líderes extranjeros desde su victoria electoral, ni si ella marca un cambio en la política.

Sin embargo, la Casa Blanca reaccionó de inmediato, reafirmando la política estadounidense que reconoce a Pekín como único gobierno de “Una China”.

“No hay cambio en nuestra política de larga data en los asuntos” de China y Taiwán, dijo la portavoz de seguridad nacional Emily Horne a la AFP.

Trump eligió a la ciudad de Cincinnati, en Ohio, uno de los estados que componen esa región, para iniciar el jueves una gira de “agradecimiento” por su elección, que lo llevará la semana próxima a Carolina del Norte e Iowa.

El presidente electo aprovechó la gira para adelantar que nominaría al general retirado James Mattis como nuevo secretario de Defensa, pero mantiene a todos especulando sobre sus próximos pasos.

El exembajador de Estados Unidos ante la ONU, John Bolton, al que fuentes señalan como uno de los aspirantes al cargo de secretario de Estado, es uno de los que Trump recibirá en sus oficinas de Manhattan.

La decisión de elegir a Mattis fue bien recibida por aliados republicanos y opositores demócratas, aunque genera una situación inusual en un país con tradición de control civil sobre los militares.

Mattis es un militar retirado del Cuerpo de Marines conocido por el apodo de “Mad Dog” (Perro Rabioso) a raíz de su feroz retórica desde que condujo las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán.

Contactos inusuales

Aunque por momentos parezca sorprendido por el poder y la influencia que ahora tiene en sus manos, Trump claramente está disfrutando del proceso de construir su equipo de gobierno.

El excandidato presidencial republicano Mitt Romney llegó a decir durante la campaña que Trump era un “charlatán” y un “fraude”, aunque ahora aspira a conseguir el puesto de secretario de Estado.

Tras la segunda reunión mantenida entre ambos, Trump comentó en la red Twitter que Romney fue “muy elegante” y que hubo “realmente buena química” en el encuentro.

Romney, un multimillonario con influencia en el partido, disputa ese cargo con el legislador Bob Corker (presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado) y el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani.

Mientras mantiene bajo la manga la carta que jugará para escoger al responsable de la diplomacia, Trump ya mantuvo conversaciones con diversos líderes extranjeros, contactos que generaron cierta preocupación.

En un mensaje en Twitter, Trump definió al primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, como “un tipo espléndido”, un gesto poco común para presidentes estadounidenses.

A pesar de todo, las críticas a su estilo parecen no hacer mella en el presidente electo.

por Jerome CARTILLIER